Este organismo se dio a la tarea de recopilar estudios a investigaciones, así informes, datos para actualizarlos y realizaron una serie de encuestas para tener un panorama más amplio y realista de la situación de violencia familiar en la entidad.

En ese proceso, se encontró un estudio hecho por el Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” (UADY), titulado “Elaboración de un diagnóstico sobre la situación de la violencia en el estado de Yucatán y su georreferenciación en la administración pública estatal”.

En el estudio se recopilaron las denuncias que se interpusieron en seis de las ocho dependencias que, como parte de sus funciones, está la de atender a quienes enfrentan hechos violentos.

El trabajo abarcó un periodo de tres años, tiempo en el que unos 24 mil 134 denunciantes interpusieron 33 mil 685 denuncias en total, (algunas de los denunciantes hicieron dos o más, o acudieron a más de una dependencia a solicitar ayuda), lo que da un promedio de 11 mil denuncias al año.

De estas, el 93 por ciento de las victimas resultaron ser mujeres, y siete por ciento hombres, entre las y los denunciantes, 10.4 por ciento de los afectados fueron menores de edad con mil 530, (4.5 por ciento) son niños y mil 992 niñas (5.9 por ciento).

Indicó que la tendencia sigue permaneciendo igual, es decir, cada año se generan entre 10 mil y 12 mil denuncias relacionadas con hechos de violencia familiar en las dependencias de gobierno dedicadas a dar atención al tema.

Además, señaló que el 47 por ciento del total de las denunciantes registradas fueron atendidas por el entonces Instituto para la Equidad de Género en Yucatán (IEGY) el cual ahora es la Secretaría de las Mujeres.

El 53 por ciento restante fueron atendidas por la Fiscalía General del Estado (FGE), la Secretaría de Salud (SSY), el Instituto Municipal de la Mujer de Mérida (IMM) y la Comisión de los Derechos Humanos en Yucatán, entre otros.

El mayor número de quienes denunciaron provienen de ciudades de más alta densidad poblacional como Mérida, Kanasín y Progreso, pero también aparece un abanico de municipios de mediana y baja densidad.

El estudio también precisó que la mayoría de las denuncias son por violencia psicológica, seguidas de la violencia económica, la física y en último término es la violencia sexual.