El expresidente Donald Trump llegó el martes al juzgado de Manhattan donde será instruido de cargos bajo acusaciones penales de que le pagó a una actriz porno por su silencio durante la campaña electoral de 2016.
Trump alzó el puño al salir de la Trump Tower, y viajó en un convoy de ocho vehículos en una carretera aledaña al East River para el tribunal en el bajo Manhattan, donde deberá entregarse a las autoridades.
Se le deberán tomar sus huellas dactilares y sus datos personales, y posiblemente se le tomará un retrato policial, en un asombroso acontecimiento tras años de investigaciones y un momento extraordinario en la historia estadounidense.
El fichaje y la comparecencia ante el juez Juan Merchan deben ser relativamente breves —aunque de ninguna manera rutinarios— y allí Trump se enterará por primera vez de los cargos en su contra. Se declarará inocente, según sus abogados, y se prevé que hará la declaración él mismo como es el procedimiento estándar en el tribunal.
Merchan no autorizó la presencia de cámaras de televisión en la sala del tribunal.
Cabizbajo y pensativo llega Donald Trump ante la corte estadounidense para su entrega ante las autoridades que probablemente lo juzgarán por haber mentido y pagado a una actriz porno y a una modelo de la revista Playboy.