Sheinbaum responde a Trump sobre rebautizo al “Golfo de México” 

El Golfo de México, explicó la mandataria, es una denominación reconocida por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por lo que consideró que no sería apropiado realizar un cambio en su nombre.

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Sin embargo, en un tono irónico y con un toque de humor, Sheinbaum sugirió una alternativa propia para la región: “¿Por qué no le llamamos América Mexicana? Se oye bonito, ¿no?”, propuso, en lo que fue interpretado como una respuesta juguetona a la controversia provocada por Trump.

Aunque dejó claro que es prematuro emitir juicios definitivos sobre cómo se desarrollará la relación entre los dos países, Sheinbaum reafirmó su esperanza de que, a pesar de las diferencias, el vínculo entre México y Estados Unidos continuará siendo uno de respeto mutuo.

En un giro más serio, la presidenta también abordó lo que consideró un error de información por parte de Trump, al referirse al estado actual del gobierno mexicano. «Ayer al presidente Trump le mal informaron, con todo respeto, porque yo creo que le informaron que en México todavía gobernaban Felipe Calderón y (Genaro) García Luna, pero no. En México gobierna el pueblo», sentenció.

La propuesta de Trump, anunciada durante una rueda de prensa días atrás, causó revuelo en México. El exmandatario estadounidense, quien asumirá nuevamente la presidencia en los próximos días, expresó que cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América” sería apropiado, dado que la cuenca abarca no solo territorio mexicano, sino también partes de Estados Unidos y Cuba.

“Suena muy bien y abarca una gran extensión de territorio. Qué nombre tan hermoso. Y es apropiado, realmente lo es”, aseguró Trump, mostrando entusiasmo por la idea.

La propuesta rápidamente encontró respaldo en algunos sectores del Partido Republicano. La congresista Marjorie Taylor Greene, conocida por sus posturas radicales, anunció que presentará un proyecto de ley para oficializar el cambio de nombre lo antes posible.

Sin embargo, la idea no fue bien recibida por muchos políticos mexicanos, quienes se apresuraron a rechazarla. Marcelo Ebrard Casaubón, exsecretario de Relaciones Exteriores de México, fue uno de los primeros en responder, asegurando que el Golfo de México seguirá siendo conocido con ese nombre en las próximas tres décadas.

“No nos vamos a engarzar en ese debate. Lo que vamos a hacer es proteger la relación que tenemos los dos países”, agregó Ebrard, enfatizando que el gobierno mexicano no se desviará de los temas prioritarios para la agenda bilateral.

El Golfo de México, como se le conoce hoy en día, tiene una larga historia que se remonta a los tiempos de la conquista española en el siglo XVI. Aunque las civilizaciones precolombinas que habitaban sus costas ya utilizaban nombres diferentes para esta vasta extensión de agua, la denominación actual proviene de los exploradores europeos, quienes comenzaron a mapear y nombrar las regiones que encontraron durante la colonización del continente americano.

En ese contexto, el término “Golfo de México” fue adoptado debido a la cercanía con el Virreinato de la Nueva España, lo que reflejaba la importancia estratégica y económica de la región en el comercio y la expansión colonial. Con el paso de los siglos, el nombre se consolidó en los mapas y en los registros históricos, convirtiéndose en una referencia geográfica clave para la región.

Con Información de Agencias

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