De visita en México para participar en la Cumbre “Habla Summit” 2024 (la cual se efectuó ayer por la tarde) en el Auditorio BB la premio Nobel de la Paz en 2014 Malala Yousafzai visitó a la presidenta Claudia Sheinbaum en sus oficinas de Palacio Nacional.
Originaria de Pakistán, la activista por el derecho a la educación en el mundo arribó a Palacio Nacional al filo de las 16:12 horas. Fue una breve visita de cortesía pues 20 minutos después salió sin dar declaraciones.
Tras su encuentro con la presidenta, Malala Yousafzai visitó el Museo Frida Kahlo, conocido como “Casa Azul”.
En X, el Museo escribió una declaración de la activista, en la que resalta que “fue un placer visitar la Casa Azul. Frida ha inspirado a personas, incluyendo a mujeres como nosotras en Pakistán, a creer en sí mismas, ser ellas mismas y expresarse”.
La premio Nobel de la Paz participó en la cumbre Habla. Es considerada como un símbolo de la lucha por la educación de las mujeres en el mundo.
Tras su reunión con la mandataria mexicana, Malala visitó el Museo Frida Kahlo, también conocido como “Casa Azul”. En X (antes Twitter), el museo compartió un mensaje de Malala en el que expresó su admiración por Frida, destacando que ha inspirado a mujeres en Pakistán, motivándolas a creer en sí mismas y expresarse libremente.
“Fue un placer visitar la Casa Azul. Frida ha inspirado a personas, incluyendo a mujeres como nosotras en Pakistán, a creer en sí mismas, ser ellas mismas y expresarse”, escribió Malala en sus redes sociales.
La activista pakistaní participó en la cumbre “Habla Summit” ayer por la tarde para hablar sobre la educación de las niñas. Malala, conocida por su lucha a favor del derecho a la educación de las mujeres, es considerada un símbolo global de esa causa y continúa inspirando a mujeres y jóvenes en todo el mundo.
Malala Yousafzai, nacida el 12 de julio de 1997 en Mingora, Pakistán, es una destacada activista mundial que lucha por el derecho de las niñas a recibir una educación. Su labor tomó relevancia tras el atentado que sufrió el 9 de octubre de 2012, cuando con apenas 15 años fue atacada por los talibanes. A raíz de este evento, Malala se mudó al Reino Unido, donde ha continuado su activismo. En 2014, recibió el Premio Nobel de la Paz, convirtiéndose en la persona más joven en obtener este galardón.
Malala creció en el valle de Swat, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, donde los talibanes habían impuesto restricciones severas a la educación de las niñas. Desde pequeña, fue alentada por su padre, Ziauddin Yousafzai, a hablar en público sobre los derechos educativos. A los 11 años, comenzó a escribir un blog para la BBC bajo un pseudónimo, relatando su vida bajo la ocupación talibán y sus dificultades para acceder a la educación.
El ataque que casi le cuesta la vida ocurrió cuando subía a su autobús escolar. Un hombre armado le disparó en la cabeza, pero, tras una recuperación en Reino Unido, Malala sobrevivió. Este intento de silenciarla solo fortaleció su voz y su mensaje. Desde entonces, ha sido una de las principales defensoras del acceso a la educación a nivel global, obteniendo el apoyo de figuras internacionales y organizaciones.
Además de recibir múltiples premios, Malala ha escrito sobre su experiencia. Su libro más famoso, “Yo soy Malala”, coescrito con la periodista Christina Lamb, cuenta su historia y la lucha por la educación. Este libro ha sido traducido a varios idiomas y ha inspirado a jóvenes de todo el mundo. En 2020, Malala se graduó de la Universidad de Oxford en Filosofía, Política y Economía.
La historia de Malala ha sido narrada en documentales, como el rodado por The New York Times, que muestra su vida antes y después del ataque. Además, ha dado discursos importantes en la Asamblea de las Naciones Unidas, donde aboga por la educación universal. En 2013, fue incluida en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo de la revista Time.
Aunque al principio no se consideraba feminista, en 2015, Malala abrazó el feminismo tras escuchar el discurso de Emma Watson en la ONU. Desde entonces, ha luchado tanto por los derechos de las mujeres como de los niños. Su activismo sigue teniendo un impacto global y su voz es fundamental en la lucha por los derechos humanos.
En su vida personal, Malala proviene de una familia musulmana pastún. Habla pastún, urdu e inglés, y siempre ha tenido una relación cercana con su padre, quien fue una de sus mayores influencias para convertirse en activista. Su padre también dirige una cadena de escuelas en Pakistán, lo que fortaleció el compromiso de Malala con la educación.
Además de su activismo y estudios, Malala ha participado en la producción de proyectos audiovisuales. En 2022, fue productora ejecutiva del cortometraje documental *Stranger at the Gate*, que fue nominado a los premios Óscar en 2023, demostrando su influencia también en el mundo del cine.
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La noticia Recibe Sheinbaum a Malala Yousafzai, Nobel de la Paz fue publicada originalmente en Turquesa News.