Para conmemorar el jueves santo, el Papa Francisco llevó a cabo el lavado de pies a doce reclusas en una conmovedora visita a la cárcel de mujeres en Roma. El sumo pontífice presidió la celebración de la misa del Jueves Santo.
A pesar de sus dificultades de movilidad, el Papa, quien se desplaza en silla de ruedas, siguió la tradición de lavar los pies a doce reclusas, emulando el gesto de humildad de Jesucristo con sus discípulos durante la Última Cena.
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Las doce mujeres, algunas visiblemente conmovidas hasta las lágrimas, fueron elevadas sobre una plataforma mientras el Papa, con un delantal blanco, se acercaba en su silla de ruedas para lavar y besar sus pies.
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Antes de este acto simbólico, el papa Francisco compartió una breve reflexión sobre el perdón, aunque no la leyó como de costumbre debido a problemas respiratorios derivados de una gripe reciente, según explicó él mismo.
“Todos enfrentamos fracasos, grandes o pequeños. Todos tenemos una historia. Pero el Señor siempre nos espera con los brazos abiertos y nunca se cansa de perdonar”, expresó ante las reclusas y el personal de la institución, reunidos en una carpa en el patio de la cárcel.
Durante su discurso, el Papa recordó el gesto de Jesús al lavar los pies de sus discípulos, subrayando que vino al mundo para servir y no para ser servido. “Jesús perdona todo, siempre está dispuesto a perdonar, solo espera que nosotros pidamos perdón”, enfatizó.
Además, compartió una anécdota personal, contando cómo una anciana sabia le dijo una vez que “Jesús nunca se cansa de perdonar, somos nosotros quienes nos cansamos de pedir perdón”.
La visita del papa Francisco a la cárcel, una de las más grandes del país, fue recibida con entusiasmo por las reclusas, muchas de las cuales le mostraron su afecto besando sus manos y aplaudiéndole.
Esta tradición de celebrar la misa del Jueves Santo en lugares de sufrimiento en la sociedad moderna comenzó en 2013, desde que el papa Francisco asumió su pontificado. Durante estos once años, ha llevado a cabo esta ceremonia en cárceles, centros de refugiados, instituciones para menores y residencias de enfermos.
Por la mañana, el pontífice abrió los ritos del Triduo Pascual de la Semana Santa en la basílica de San Pedro del Vaticano con la misa crismal, conmemorando la institución del sacramento del orden sacerdotal.
A pesar de su reciente enfermedad, se espera que el papa Francisco continúe con sus compromisos, incluida la presidencia del Vía Crucis de Viernes Santo en el Coliseo Romano, donde por primera vez se utilizarán meditaciones escritas por él mismo.
Realiza Papa Francisco lavado de pies a reclusas por Semana Santa
Con Información de Agencias