El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró positivo que el ex presidente Felipe Calderón confesara cuáles fueron sus motivaciones para declarar la guerra al crimen organizado cuando los niveles de violencia que había en el contexto en que ocurrió (al comenzar ese sexenio) eran bajos. Señaló que en el último año del sexenio de Vicente Fox, se registraron 10 mil homicidios pero al concluir la gestión de Calderón se dispararon a 25 mil.
En conferencia, a pregunta expresa retomó el caso del ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna cuestionando a Calderón sobre las razones que lo llevaron a darle tanto poder. “A lo mejor no sabía quién era García Luna porque él venía desde jovencito trabajando en el Cisen. Comenzó con Salinas en un tiempo donde hubo muchos asesinatos políticos, mucha violencia. Sería bueno que nos dijera por qué declarar la guerra si no estaba tan grave la situación de violencia en México”.
Si bien dijo que lo deseable es que, mediante la figura de testigo protegido, García Luna revelara todo lo que pasó cuando era secretario de Seguridad Pública de Calderón, aventuró algunas hipótesis sobre las motivaciones del ex presidente.
“Como se robaron la Presidencia en el 2006, pensó que era fácil legitimarse, enfrentando a la delincuencia y desató más violencia. Quiso buscar legitimidad que no obtuvo en las urnas declarando la guerra. Hay un grupo, un sector de la población muy partidario del uso de la fuerza, con una voluntad muy autoritaria porque todo lo quieren resolver con el uso de la fuerza. Es dañino e ineficiente políticamente hablando”.
Otra hipótesis es que lo hubiese presionado Estados Unidos, porque en ese periodo hubo mucha injerencia de ese país en México, como lo demuestra el operativo Rápido y Furioso.
Comentó que hubieron diversos elementos que acreditan el sometimiento de Calderón a los intereses estadounidenses. “Había un grupo de la Secretaría de Marina que pasó a depender, de facto, a las agencias de Estados Unidos, marinos que fueron entrenados en el Comando Norte. Desde la embajada de Estados Unidos en México se daban instrucciones. Está probado, hay declaraciones del embajador de Estados Unidos. No sólo hubo capacitación de militares, sino también la entrega de equipo”.
Lo tercero es que sin que Calderón lo supiera, García Luna se apoderó de todo el tema de la seguridad y llegó a acuerdos no solo con la delincuencia organizada sino también con las agencias de Estados Unidos (DEA, CIA, FBI). Era policía estrella y lo premiaban porque ahora se olvidan las cosas, pero cuál es la responsabilidad que tienen las agencias extranjeras y el gobierno de Estados Unidos.
Por su parte, ayer, el ex presidente Felipe Calderón calificó de aplastante la victoria de Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales del pasado 2 de junio, si bien también atribuyó ese triunfo histórico, de más de 30 puntos sobre la principal rival, a que fue una elección de Estado, además de la falta de liderazgo en el bloque de la oposición.
Calderón participó junto con la todavía alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, en un foro de la derecha ultraliberal en la Casa de América de Madrid, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) y por el laboratorio de ideas estadounidense Atlas Network, que está detrás de la guerra sucia en redes contra los gobiernos progresistas de América Latina.
El ex presidente Calderón abrió su discurso con una frase que retrató el fracaso de su estrategia en las elecciones en México, a pesar de que él mismo insistió hasta el último día en que la victoria era posible, que había encuestas que invitaban al optimismo. Así que el ex presidente afirmó: Les debo una explicación….
Ante representantes de la derecha ultraliberal de España y América Latina, bajo el auspicio de foros de influencia defendidos hoy en día por el presidente de Argentina, Javier Milei, entre otros, Calderón expresó: “En 2022 dije que México era una democracia a punto de caer y también señalé que estaba en marcha un proyecto para destruir la democracia por parte del actual presidente. Mi diagnóstico era la ausencia de ciudadanía en la política y una vía que propuse fue un proceso para ciudadanizar la política y politizar a la ciudadanía. Se trataba de transformar la marea rosa que inundó los zócalos, las plazas de México, en una militancia y una ciudadanía activa en política. Eso se debía de haber traducido, según aquella utopía, en que las cerca de 20 mil candidaturas que estaban en juego pudieran ser encabezadas por un líder que fuera capaz de movilizar y cubrir territorialmente y hacer esta gran cruzada nacional que culminara con una victoria. Eso, desgraciadamente, no ocurrió”.
Y a partir de esa falta de liderazgo, Calderón sumó más razones para el fracaso de su bloque, reconociendo, por fin, que más allá de lo inequitativo de la competencia y del uso y abuso ilegal e inconstitucional del poder, la mayoría votó por Claudia Sheinbaum para la Presidencia de México. Pero eso no quita que se pueda y se deba señalar que el proceso fue profundamente inequitativo, fue una elección de Estado, en la que todo el Estado, con toda su fuerza, todo el poder y todo el presupuesto juegan ilegal, inconstitucionalmente y antidemocráticamente, a favor de la candidatura de Sheinbaum… ¿Ganó Claudia Sheinbaum? Sí ¿Tuvo méritos ella misma en esa victoria? Pienso que sí. ¿Fue una elección de Estado? También. ¿Hubiera ganado sin esa elección de Estado? Eso ya nunca lo sabremos, afirmó el ex presidente.
Calderón también atribuyó la victoria de Sheinbaum a la utilización del programa de adultos mayores para la compra de votos y advirtió de los riesgos de un endeudamiento excesivo del Estado para las próximas generaciones. La tragedia del populismo gobernante, aún en democracia, es que no entienden que las deudas de hoy son los impuestos de mañana. Al elector no le importa, quiere que le den su dinero. Es un cuento de nunca acabar… El populismo subsistirá aun en democracia cuando pueda malgastar impunemente y el electorado o no lo entienda o no lo quiera entender, destacó.
Este corresponsal intentó que el ex presidente Calderón respondiera algunas preguntas sobre las acusaciones que acababa de hacer y para que precisara más detalles sobre esa supuesta trama, pero el ex mandatario se negó a responder a este periódico después de preguntar a qué medio pertenecía. “Ah, con La Jornada mejor no hablo”.
–Pero sólo contésteme al menos si tiene miedo de volver a México o piensa volver pronto.
–Iré pronto, muy pronto.
Mientras, la todavía alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, se sumó a las denuncias de fraude electoral y elección de Estado, al sostener que a pesar de ser la alcaldesa mejor valorada de la ciudad y una de las mejor evaluadas a nivel nacional, en las recientes elecciones buscamos la relección y perdimos. Vivimos una elección de Estado donde el uso de los programas sociales jugó un papel muy delicado y donde hubo una compra de votos descarada. Y cuando digo compra de votos descarada me refiero a personas en las filas de las casillas literalmente comprando votos. La verdad es que es muy lamentable, si bien nosotros mantuvimos el apoyo que tuvimos hace tres años, incluso tuvimos más votos. Pero hubo una votación a favor del partido en el poder de manera brutal. Nosotros presentamos a lo largo del proceso casi 200 quejas, que no fueron atendidas por el INE, así que me parece que lo que se vivió en México no es de festejarse. Sí creo que estamos en un riesgo enorme de una regresión a un Estado autoritario, estamos de regreso a los 70 donde hay muy poca libertad para elegir y en un escenario que se encamina hacia menos libertades y democracia.
El foro, auspiciado por la FIL que fundó el escritor Mario Vargas Llosa, contó con el patrocinio del Centro Ricardo B. Salinas Pliego y la Universidad de Guadalajara, además de otros organismos e instituciones, como la guatemalteca Universidad de la Libertad, la Fundación Libertad y Desarrollo y el Grupo Orenes, que es el emporio que aglutina a los principales casinos en México, España, Andorra, Irlanda, Ecuador y Colombia, entre ellos el popular Caliente.
En el encuentro también participaron Iván Duque y Guillermo Lasso, ex presidentes de Colombia y Ecuador; el ministro de Economía de Brasil durante el gobierno de Jair Bolsonaro, Paulo Guedes, y otros defensores del ideario ultraliberal en España y América Latina.
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La noticia “Positivo que Calderón dijera por qué declaró guerra al narco” fue publicada originalmente en Turquesa News.