Bajo una lluvia persistente, París abrió oficialmente este viernes los Juegos Olímpicos con una ceremonia de inauguración sin precedentes, transformando el río Sena en el corazón del espectáculo mientras los atletas desfilaban bajo la intensa lluvia que caía sobre la capital francesa.
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El espectacular evento inaugural comenzó con la proyección de una película protagonizada por el cómico francés Jamel Debbouze y el exfutbolista Zinédine Zidane, transmitida desde el Estadio de Francia.
Diez minutos después, la embarcación que transportaba a la delegación griega inauguró el tradicional desfile olímpico, marcando el inicio de una celebración que se extendería a lo largo del río Sena.
A las 19:40 horas, un impresionante muro de agua se alzó bajo el puente de Austerlitz, dando paso a la primera de las 85 embarcaciones que trasladaban a aproximadamente 6.500 participantes del desfile hasta el Trocadéro.
Simultáneamente, el espectáculo musical, dirigido por el aclamado Thomas Jolly, comenzó a capturar la atención de los asistentes con la participación de casi 2.000 bailarines y artistas. La estrella internacional Lady Gaga deslumbró a la audiencia con su interpretación de «Mon truc en plumes», un clásico del music-hall francés, mientras que Aya Nakamura, la cantante francófona más escuchada del momento, también subió al escenario, a pesar de las críticas recibidas por parte de la ultraderecha francesa.
En esta ocasión, la ceremonia olímpica rindió homenaje a destacadas mujeres francesas, como Olympe de Gouges y Simone Veil, quienes fueron celebradas con figuras que emergieron desde el fondo del Sena.
La catedral de Notre Dame, en proceso de restauración tras el devastador incendio de 2019, también jugó un papel protagónico. Artistas en uniformes de trabajo bailaron en los andamios de la catedral, en una emotiva representación de la resiliencia y la esperanza de la ciudad.
Sin embargo, no todo transcurrió sin inconvenientes. Pues aparte de la incómoda lluvia, un fallo informático provocó la cancelación de varias entradas, generando largas colas y retrasos para los espectadores.
El evento, que atrajo a cerca de 320.000 personas (de las cuales aproximadamente 200.000 asistieron de forma gratuita), se desarrolló en un contexto de alta seguridad, con un despliegue de 45.000 policías, gendarmes, soldados y agentes de seguridad privada, así como 2.000 miembros de las fuerzas de seguridad de países aliados. Este dispositivo de seguridad fue puesto a prueba cuando, en la madrugada del viernes, un ataque masivo paralizó la red ferroviaria francesa en el norte del país.
La ceremonia, que rompió con la tradición al realizarse fuera de un estadio, fue vista en directo por numerosas personalidades y hasta 85 líderes internacionales en un momento crítico para la política mundial, marcado por los conflictos en Ucrania y Gaza. La ausencia de Vladimir Putin, debido a la exclusión de Rusia por su invasión a Ucrania, y la no inclusión del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, fueron notorias.
Uno de los momentos más conmovedores del evento fue la interpretación de «Imagine» por la cantante Juliette Armanet, que resonó como un llamado a la paz. Entre los asistentes se encontraba el tenista español Rafael Nadal, quien observó la ceremonia desde un balcón cercano, acompañado de su familia, antes de su participación en el torneo olímpico.
Con Información de Agencias
La noticia París deslumbra con una inauguración olímpica única bajo la lluvia fue publicada originalmente en Turquesa News.