Paola Durante, a quien se le implicó en el caso del asesinato del conductor de televisión Paco Stanley, reconoció que a 20 años de ocurridos los hechos, sigue siendo difícil darle la vuelta a la hoja, debido a que todavía hay gente que la juzga y la señala.
Aunque ha aprendido a vivir con el estigma, Paola Durante aseguró que hay un antes y un después en su vida, tras el lamentable asesinato del presentador, con quien trabajaba como edecán en el programa de televisión “Una tras otra”.
“Mucha gente me dice que han pasado 20 años, que ya es algo superado, pero la verdad es que no, aunque el caso se cerró y los implicados salimos de la cárcel, la gente aún lo recuerda y hasta me he topado con nuevas generaciones que saben de esto”, dijo Durante en entrevista con Notimex.
“No olvidas, simplemente aprendes a vivir con ello”, indicó al referirse a su situación, tras haber sido señalada en el caso junto con el conductor Mario Bezares y el reportero Jorge Gil, estos dos últimos, con quien Stanley estaba a la hora que fue asesinado el 7 de junio de 1999 en un restaurante ubicado en el sur de la Ciudad de México, donde acostumbraba desayunar.
Tras muchas lágrimas y haber tomado terapia ha logrado superar el dolor, la tristeza y coraje que sentía ante esta situación, en la que fue involucrada y por la cual pasó casi dos años en el Reclusorio Oriente de esta ciudad; aún recuerda las noches interminables y la profunda soledad que sentía.
“Muchas de las reclusas me apoyaron, pero otras me hacían ver una realidad muy cercana, en la que podía quedarme encerrada sin que hubiera las pruebas necesarias y eso me atormentaba”, recordó.
Destacó que su madre, Silvia Ochoa, fallecida en 2017, y su hija Stephanie, fueron la luz que le daba fortaleza y la hacían pensar de manera positiva y aunque pocas veces hablaron del tema, tras su salida, ella sabe que fueron los momentos más difíciles.
“En ese tiempo hasta me apegué a la religión, porque necesitaba creer en algo; sin embargo, nunca imaginé que lo peor vendría con el tiempo, pues me enfrenté a ser juzgada y en algunos casos hasta agredida verbalmente, porque me gritaban en la calle ‘asesina’ y era difícil convencer a la gente, pese a que ya estábamos libres”, explicó.
El día que asesinaron a Stanley es una fecha que la marcó de por vida, pero que también la llevó a conocer a la mujer fuerte y luchadora que lleva dentro, “con el tiempo y las terapias entiendes muchas cosas, aunque en el camino también he cometido muchos errores”.
“La vida siempre es un reto y el haber estado en el reclusorio me la hizo aún más complicada, porque yo también empecé a buscar ser perfecta en aras de aceptación, incluso, una de esas operaciones estéticas que me practiqué, casi me cuesta la vida; no es para nadie un secreto que la cirugía de maxilar que me hice cambió mi rostro totalmente”, comentó.
Señaló que sí, buscaba la aceptación, pero también quería ser parte del mundo del entretenimiento y siguió estándares de belleza equivocados. Pero hoy en día eso ha quedado atrás y ha aprendido a quererse.
Todas estas situaciones que ha enfrentado espera sirvan de lección a otras mujeres que como ella atraviesan por duros momentos, así que tiene planeado escribir un libro en el que relate sus experiencias, “será un poco hacer catarsis”.
“Aunque siempre el gran pendiente que tenemos todos los que estuvimos involucrados en el caso Stanley, es que nunca se esclarecieron los hechos, tampoco se nos ofreció una disculpa pública, en su momento, por el daño moral y psicológico que nos hicieron”, mencionó la prima de la actriz Bárbara Mori.
Reconoció que enfrentarse a las críticas y el rechazo ha sido muy duro; sin embargo, tanto ella como Mario Bezares, con quien ha tenido contacto todos estos años, han tratado de seguir adelante con su vida y agradecen a Dios haber superado la depresión que sufrieron.
“Mario (Bezares) siempre fue una persona linda que me apoyó, y puedo decir que si bien cuando nos vemos este capítulo es el que menos tocamos, pero estamos bien ahora”, apuntó Durante.