Imagínate por un momento que llega hasta ti un olor fétido, nauseabundo, según te vas acercando a su origen, ¡que aún no ves! Esto es lo que vivirás cuando visites uno de los miles de mercados no regulados y generalmente sucios, que se encuentran en toda Asia y África, y en donde se cree se originó el mortal coronavirus, en este caso en China.
Las abrasadoras temperaturas, la humedad, la refrigeración nula, donde el suelo es resbaladizo por el agua y a menudo sangre, el hedor es peor. Es el ambiente donde los consumidores adquieren animales vivos o muertos. Los que aún no han sido despachados por el cuchillo de carnicero, hacen desesperados esfuerzos por escapar trepando uno encima del otro y arrojándose o saltando de sus contenedores (en vano). No emiten ningún sonido, salvo los mamíferos y las aves que son insoportables y desgarradores.
Es por ello que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, se reunió con el Presidente Xi Jinping, de la República Popular de China, en Beijing y compartieron la información más reciente sobre el nuevo brote de coronavirus y reiteraron su compromiso de controlarlo para evitar se convierta en una pandemia.
Es una epidemia a gran escala, extendida. Por desgracia, son asociadas a una gran cantidad de muertes, debido a la falta de preparación para afrontarlas.
La primera pandemia registrada pasó por Libia, Etiopía y Egipto, cruzó los muros atenienses y mató dos tercios de la población. Los síntomas incluyeron fiebre, sed, sangre en la garganta y lengua, piel roja y lesiones. Se sospechaba que la enfermedad era fiebre tifoidea.
Esta enfermedad bacteriana, de desarrollo lento que causa llagas y deformidades, se convirtió en una pandemia en Europa en la Edad Media, lo que resultó en la construcción de numerosos hospitales para dar cabida a la gran cantidad de víctimas. Ahora conocida como la enfermedad de Hansen, todavía afecta a decenas de miles de personas al año y puede ser mortal si no se trata con antibióticos.
Responsable de la muerte de un tercio de la población mundial, la peste bubónica posiblemente comenzó en Asia y se trasladó al oeste en caravanas. Al ingresar a través de Sicilia, en 1347 dC, cuando los enfermos de peste llegaron al puerto de Messina, se extendió rápidamente por toda Europa. Los cadáveres se volvieron tan frecuentes que muchos se pudrieron en el suelo y crearon un hedor constante en las ciudades.
Tras la llegada de los españoles al Caribe, los europeos transmitieron enfermedades como la viruela, el sarampión y la peste bubónica a las poblaciones nativas. Sin exposición previa, estas enfermedades devastaron a los pueblos indígenas, con un 90 por ciento de muertes en los continentes norte y sur. En 1520, el imperio azteca fue destruido por una infección de viruela traída por esclavos africanos.
La peste bubónica provocó la muerte del 20 por ciento de la población de Londres. Cientos de miles de gatos y perros fueron sacrificados como la posible causa y la enfermedad se propagó a través de puertos a lo largo del Támesis.
1817: Cólera
La primera de las siete pandemias de cólera. Esta ola de infección del intestino delgado se originó en Rusia, donde murió un millón de personas. Al propagarse a través del agua y los alimentos infectados con heces, la bacteria se transmitió a los soldados británicos que la llevaron a la India, donde murieron millones más. El alcance del Imperio Británico y su armada extendió el cólera a España, África, Indonesia, China, Japón, Italia, Alemania y América, donde mató a 150 mil personas. Se creó una vacuna en 1885, pero las pandemias continuaron.
La gripe de origen aviar dejó 50 millones de muertes en todo el mundo: se teoriza que la gripe española se originó en China y se propagó por los trabajadores chinos que fueron transportados por ferrocarril a través de Canadá en su camino a Europa. En Norteamérica, la gripe apareció por primera vez en Kansas a principios de 1918 y fue visible en Europa en la primavera. Los informes del servicio de cable de un brote de gripe en Madrid en la primavera de 1918, llevaron a que la pandemia se llamara “gripe española”.
Comenzando en Hong Kong, extendiéndose por toda China y luego a los Estados Unidos, la gripe asiática se generalizó en Inglaterra donde, en seis meses, murieron 14 mil personas. Siguió una segunda ola que causó 69 mil 800 decesos en la Unión Americana. Una vacuna fue desarrollada el mismo año, poniéndole fin.
Identificado por primera vez en 1981, el Sida destruye el sistema inmunitario de una persona, lo que resulta en la muerte por enfermedades que el cuerpo generalmente combatiría. Las personas infectadas por el virus del VIH se encuentran con fiebre, dolor de cabeza y ganglios linfáticos agrandados tras la infección. Los tratamientos se han desarrollado para retrasar el progreso de la enfermedad, pero 35 millones de personas en todo el mundo han muerto de Sida desde su descubrimiento, y aún no se ha encontrado una cura.
El virus del ébola es una enfermedad grave y, en muchos casos, mortal. Comenzó con un brote en Guinea, en marzo, y se extendió en los meses siguientes a Liberia y a Sierra Leona. Posteriormente, alcanzó a Nigeria, Senegal, España y Estados Unidos.
Esta noticia fue modificada el 8 febrero, 2020 1:41 am