Tras el fracaso en las elecciones, ya ha empezado la búsqueda de responsables en el frente opositor. El Partido Acción Nacional (PAN), la fuerza más votada de la coalición, se ha llenado de cuestionamientos contra el líder nacional Marko Cortés, después de que la alianza con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se quedara muy corta en su intento por frenar la hegemonía de Claudia Sheinbaum y de Morena.
La dirigencia panista se ha anclado en las impugnaciones de la elección para justificar su permanencia de cara a la militancia, al menos durante los próximos meses.
Hay, sin embargo, legisladores, exdirigentes y figuras históricas del partido a los que se les ha acabado la paciencia, que reprochan a Cortés que haya asegurado una curul como senador por la vía plurinominal y que exigen un golpe de timón para reconstruir cuanto antes al partido luego la derrota del pasado domingo. “No le cumplieron a México y no me refiero a los militantes, sino a los dirigentes”, sentenció el excandidato presidencial Diego Fernández de Cevallos.
“Más se preocuparon por estar jugando a las manitas calientes entre ellos, por acomodarse en sus posiciones. Eso no lo merece el PAN, el PRI ni el PRD”, señaló el exlegislador de 83 años. Cortés, arquitecto de la alianza con el PRI y el PRD, ha emergido como una de las figuras más cuestionadas tras el resultado en las urnas, que dio a Sheinbaum una ventaja por más del doble de votos sobre la candidata opositora Xóchitl Gálvez. La decisión de imponerse como cabeza de lista del PAN, pese a que se tomó al inicio de la campaña, ha atizado los señalamientos. “El Comité Ejecutivo Nacional no sólo debe explicaciones al PAN, sino a todo México”, dijo la exsenadora Adriana Dávila, que exigió un “cambio de timón” y pidió a la próxima dirigencia “no postularse para ningún cargo político”.
El senador Damián Zepeda aseguró que es irresponsable que la dirigencia panista cuestione la validez de los resultados y aliente a quienes ven un “megafraude” en las pasadas elecciones para ofrecer falsas “esperanzas” de que el resultado se puede revertir.
“Me parece una majadería decirle a la ciudadanía que todos sus votos se deben a que son ignorantes o que los compraron”, zanjó el legislador. “Para mí fue un error la alianza con el PRI”, agregó. Zepeda, que fue dirigente en las elecciones de 2018, ha resurgido como uno de los críticos más vocales de Cortés y ha asegurado que el partido se enfrenta a un dilema: reinventarse o morir. Otras facciones dentro de la formación cuestionan que Zepeda tomó una decisión política similar hace seis años y dio el salto al Senado por la vía plurinominal. El legislador reconoció este jueves que sí tiene interés en contender por la presidencia del partido, aunque dijo que no es su prioridad.
El expresidente Felipe Calderón, que regresó a las filas partidistas después de que no logró el registro para su propio partido en 2020, ha apoyado los reclamos del PAN para el recuento de votos y se ha hecho eco de las inconsistencias que han rodeado los cómputos, pero también compartió en sus redes sociales una columna de Pablo Hiriart titulada “Dirigentes saltan del Titanic”. Su esposa, la excandidata presidencial Margarita Zavala, ha concentrado sus mensajes en el conteo de votos.
El panismo está dividido en dos ejes: quienes priorizan la preparación de las impugnaciones para pelear en los tribunales lo que ellos consideran como una “elección de Estado” y quienes creen que el partido debe entrar de lleno a la autocrítica, sin perder tiempo ante la diferencia de más de 30 puntos contra Sheinbaum. Cortés ha descartado que vaya a poner su renuncia sobre la mesa, aunque dijo que los estatutos partidistas establecen que su mandato concluye después de las elecciones y que el proceso de renovación empezará en breve.
El litigio de la elección parece haber dado oxígeno a la actual dirigencia, que aún no ha definido una fecha para la renovación interna del partido y, en cambio, se ha volcado en convencer a los votantes opositores de que dar la batalla en los recuentos vale la pena.
El expresidente Vicente Fox empezó por exigir explicaciones a Gálvez en las horas que siguieron a la derrota, pero después concentró sus mensajes en defender cada voto. La excandidata presidencial Josefina Vázquez Mota también ha priorizado aclarar primero las “inconsistencias” en estos comicios y garantizar una curul en la Cámara de Diputados tras hacer campaña en el Estado de México.
La senadora Kenia López Rabadán, también parte de la campaña presidencial, ha navegado en las dos dimensiones: ha cerrado filas con la instrucción de acompañar la impugnación, pero dijo que “ni se descarta ni se encarta” para ir por la dirigencia partidista. “Necesitamos hacer un mea culpa, pero también no dividir al PAN”, dijo la legisladora, que anticipa que se lance la convocatoria a partir del segundo semestre del año.
El caso del PRI es parecido. Dulce María Sauri, exdirigente nacional, pidió a Alejandro Alito Moreno que se hiciera a un lado para “dejar de dañar” al partido. El dirigente, en cambio, ha compartido varios videos e imágenes en los recuentos, incluida una con el panista Cortés y Jesús Zambrano del PRD en la que se lee: “Juntos defenderemos cada uno de los votos de las y los mexicanos”. Cuestionado sobre si iba a dimitir, Moreno argumentó que tenía un mandato hasta octubre y que debía de concluir la batalla electoral. Entre gritos que llaman a la unidad y a falta de que los resultados definitivos den cuenta de la magnitud de la crisis, las primeras fisuras y los desacuerdos internos se hacen de, a poco, más visibles.
Con los cómputos distritales llegando a su fin, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se encuentra en “terapia intensiva” al enfrentar su posible desaparición al no haber reunido los votos suficientes durante las elecciones del pasado 2 de junio. Sobre los hechos, el dirigente nacional del llamado “sol azteca”, Jesús Zambrano, ya salió a emitir sus primeras declaraciones.
A través de redes sociales, el dirigente del partido emitió un par de mensajes en donde afirmó que el PRD sigue con vida y se negó a adelantar que el PRD haya perdido el registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
Aseguró en un video, Zambrano Grijalva subrayó que el partido sigue trabajando en los 300 distritos electorales federales revisando los paquetes electorales para recuperar votos.
Afirmó que, una vez finalizada esta fase, pasarán a defenderse ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) por supuestas violaciones a la Constitución y a las leyes electorales, denunciando que la elección estuvo marcada por irregularidades.
“Es falso que el INE haya declarado que ya perdimos el registro, esto se resolverá después, terminando esta fase del cómputo vamos a ir a la parte de los recursos del Tribunal Electoral”, mencionó.
Además, señaló que el PRD mantiene una presencia significativa en la vida política del país y que continuarán en esta lucha.
El Partido del sol azteca enfrenta la posibilidad de perder su registro a nivel nacional debido a su bajo desempeño en las recientes elecciones presidenciales. Según los resultados de los cómputos federales publicados por el INE, el PRD no alcanzó el mínimo del 3% de los votos necesarios para mantener su registro, obteniendo apenas el 1.8648%.
Datos oficiales indican que el PRD consiguió solo 1 millón 121 mil 007 votos, de los cuales 1 millón 113 mil 868 fueron en territorio nacional y 7 mil 149 en el extranjero. Este desempeño ha puesto al partido del sol azteca en una situación crítica, ya que la Ley General de Partidos Políticos estipula que no alcanzar el 3% de la votación válida emitida en alguna de las elecciones federales es causa suficiente para perder el registro.
Con información del diario español El País
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La noticia Marko Cortés y Alito Moreno se aferran a sus dirigencias fue publicada originalmente en Turquesa News.