Madre desesperada busca a sus hijos en Cancún
El 10 de mayo, es una fecha importante para los mexicanos, pues se celebra el Día de las Madres. Muchos aprovechan la ocasión para una reunión familiar y agasajar a sus mamitas con comida, flores y pastel; sin embargo, para la señora Justina Patt Sabido, el regalo perfecto que podría recibir este día tan esperado, es volver a ver sus hijos, tenernos de frente, abrazarlos y decirles desde lo más profundo de su alma un… ¡te amo!
Justina Patt Sabido, originaria del vecino país de Belice, se casó a corta edad y por un tiempo vivió en Valladolid, Yucatán, donde vio crecer a su familia con dos varones y una niña.
Sus hijos Ángel Felipe y Luis Alberto Dzib Patt, en edad adulta, decidieron dejar a su mamá para hacerse de su propio futuro, fue así que, al parecer, uno se fue a radicar a Cancún y otro a Chetumal, ambos en el estado de Quintana Roo.
Todo transcurría con normalidad, con cierta comunicación entre padres e hijos, ya sea vía telefónica o por las referencias de los vecinos.
Sin embargo, en 2009, hace aproximadamente 10 años, falleció su esposo y al no tener más familiares en Valladolid, decidió regresar con su hija a su natal Belice.
Ahora, Justina Patt Sabido, con dificultades para expresarse por el temor que representa estar en una ciudad extraña y sin familiares, relató para Denuncia Ciudadana Turquesa que lo único que sabe de sus hijos de 45 y 47 años de edad, es que ambos radican en Cancún.
Con la nostalgia viva en su mirada, dijo que su hija menor era quien la atendía en Belice; “Angelito de vez en cuando me visitaba y una vez supe que Alberto estaba en Chetumal, pero no he tenido noticias de ellos, nada del lugar donde trabajan y tampoco de dónde viven”, expresó.
Al calor de una persona conocida, decidió quitarse el miedo y venir en busca de sus hijos. Hoy, Justina vive con una amiga en la Supermanzana 236, Manzana 53, Lote 3, de esta ciudad de Cancún.
Justina confía en que con la ayuda de la ciudadanía, pueda tener el mejor regalo del Día de las Madres: volver a ver con bien a sus hijos.