Luis Miguel reaparece en comercial de Uber Eats y origina memes. El “Sol de México” se convirtió en una de las tendencias más importantes de Twitter por su regreso a los anuncios comerciales, pero fue recibido a base de memes.
El cantante Luis Miguel es uno de los intérpretes más populares del momento, luego de haber llevado su vida hasta la pantalla chica de los hogares mexicanos. Nos mantuvo a la expectativa de una segunda temporada, pero también de su regreso al estudio, a los escenarios y a la vida en la farándula.
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Sin embargo, es muy común en él desaparecer por algún tiempo de los medios de comunicación, pues no es muy fanático de la prensa ni de las entrevistas, lo que provoca un mayor asombro cada vez que vuelve a asomar su nariz por algún lugar.
“Esta noche voy a cenar Fetuccini con salsa de trufas blancas y queso parmesano”, es la frase que inicia el nuevo comercial de la empresa Uber Eats y El Sol de México. “Mi incondicional amigo”, termina el cantante después de que una bolsa con el logo del patrocinador acaba sobre su piano.
A pesar de resultarnos tremendamente épico su regreso a los comerciales de productos comestibles (donde llegó a representar marcas como Ferrero Rocher), la publicación del comercial en las redes sociales no tuvo un recibimiento precisamente caluroso y con cariño.
De hecho, se hizo viral gracias a una serie de memes que hicieron referencia a la crisis que supuestamente vivió hace tiempo con cuestiones de dinero, además de echarle la culpa de su “nuevo trabajo” al COVID-19 y los problemas económicos que éste causó en todo el mundo.
Los usuarios, principalmente de Twitter, se dividieron en opiniones. Mientras unos destacan la elegancia, porte y buen gusto que le caracteriza, otros piensan que no es la clase de publicidad que debería tener, mientras que la mayoría optó por hacer toda clase de chistes.
Es de destacar el buen estado de salud en que podemos ver a Luis Miguel en el comercial. Ha sabido envejecer muy bien, además de conservar su bronceado siempre perfecto y una sonrisa de oreja a oreja en el comercial que no parece del todo fingida.
El pequeño clip nos rememora a uno realizado por el intérprete en los años ochenta con la marca Sabritas, donde aparece también al piano, pero al tiempo que canta, toca el instrumento y el producto posa sobre su instrumento.