Leona Vicario, heroína independentista de México

Heroína de la Independencia de México, gracias a su continuo apoyo a la causa independentista rebelde y además la primera mujer considerada periodista de nuestro país.

María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador nació en Ciudad de México en 1789, bajo la dominación española durante el Virreinato de Nueva España en nuestro país. Hija de una familia acaudalada y distinguida, al contrario del común de la época, tuvo acceso a educarse, por lo que Leona pudo tomar clases de pintura, matemáticas, historia y filosofía. Quedó huérfana a temprana edad, por lo que su tío se convirtió en su tutor y administrador de la fortuna que heredó.

10 datos curiosos de Leona Vicario

Se une muy joven a “Los Guadalupes”

En 1810 comenzó su vida como revolucionaria, siendo muy joven a los 21 años, cuando se unió al grupo “Los Guadalupes”, una sociedad secreta que ayudaba con refugio, dinero e información privilegiada a los insurgentes contra el Gobierno del Virreinato español, de manera de lograr la anhelada Independencia.

Además de apoyar económicamente la insurgencia, comenzó a trabajar como periodista desde el frente de batalla revolucionario, por lo que publicó en distintos periódicos como el Ilustrador Americano donde además aprovechaba de mandar mensajes en clave para los independentistas

En 1813 fue apresada luego de financiar la producción de cañones que usarían la banda de insurgentes. Aprehendida en el Convento Belén de las Mochas, todos sus bienes fueron confiscados por la Real Junta de Seguridad y Buen Orden, que  la interrogó respecto a sus conexiones rebeldes. Leona nunca delató a sus compañeros ni acciones, por lo que fue condenada a prisión.

 

Andrés Quintana Roo, su futuro marido, la ayuda a escapar

Andrés Quintana Roo, su futuro marido, junto a otras dos rebeldes disfrazados de oficiales virreinales, la ayudaron a escapar tras 40 días en la cárcel. Junto a ellos se llevaron material de imprenta para continuar con los periódicos insurgentes.

Los años que antecedieron a la Independencia, Leona se la pasó escribiendo, huyendo de las autoridades españolas y rechazando los indultos que éstas le ofrecían para que se entregase. Escondida en diferentes lugares con su marido, apoyó el Congreso de Chilpancingo, que declaró la Independencia de América Septentrional de España.

Declarada Madre de la Patria

Con la llegada de la independencia el nuevo gobierno quiso compensarle la confiscación de sus bienes y le dio en 1823 una liquidación en metálico, una hacienda y tres casas.

Declarada Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria cuatro días después que murió en 1842, Leona es la única mujer mexicana que el Estado le ha hecho un funeral. Hospitales, colegios, bibliotecas, calles, casas y estampillas conmemoran con su nombre su gran legado y apoyo en la revolución independentista de México.

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