Incertidumbre por desalojos en Fracc. Los Ángeles de Cancún
Cientos de familias del fraccionamiento ubicado en la Supermanzana 213, de la ciudad de Cancún, viven con el temor a ser desalojadas, debido a que sus deudas se duplicaron
“Me quieren quitar mi casa, en cualquier momento pueden aparecer los supuestos representantes de la inmobiliaria y despojarme de lo que con tanto trabajo he conseguido; varios vecinos de este fraccionamiento estamos en vilo, no sabemos qué hacer o con qué autoridad recurrir para resolver este problema”.
Estas fueron las palabras de la señora Angela ‘N’, quien pasa por momentos desesperantes en solo pensar que puede perder su vivienda al ser desalojada, de un momento a otro, con el uso de la fuerza pública y sin documento oficial que acredite el procedimiento.
Como este caso, decenas de familias pasan por la misma situación en el fraccionamiento Los Ángeles, en la Supermanzana 213, de la ciudad de Cancún en donde desde el mes de noviembre del año pasado, de un momento a otro experimentaron el primer desalojo de un vecino, pues sin previo aviso, llegaron los presuntos representantes legales de la hipotecaria HSBC, para hacer efectiva la orden de desalojo emitida por un juez.
Sin embargo, al momento de realizar el procedimiento, los abogados solo avisaron y sacaron de su casa al dueño con el respaldo de agentes de Seguridad Pública, sin mostrar el documento a la familia.
“Son como 200 viviendas, con sus respectivas familias, las que necesitamos ayuda; todo este fraccionamiento era propiedad de la empresa hipotecaria Su Casita, como hace años desapareció, porque se fue a la bancarrota, muchos dejaron de pagar, pero no porque hayamos querido, sino porque la cuenta fue incrementando. No sabíamos que la cuenta estaba en UDIS y cuando nos acercamos a nueva administradora del crédito, para hacer un convenio de pago en pesos, ésta se negó”, comentó Ángela.
La afectada dijo que mes con mes el pago correspondiente de la mensualidad de su vivienda fue subiendo: pagaban en un principio dos mil pesos hasta que la cuenta fue incrementando y por motivos económicos no pudieron seguir abonando al crédito de su casa.
DESALOJOS CON VIOLENCIA
Seis familias ya fueron sacadas de sus viviendas, mismas que no pudieron constatar la orden emitida por un juez, ya que los abogados no dejaron ver la orden de desalojo.
Los representantes de las hipotecarias llegan cualquier día y hora para hacer efectiva la presunta orden; además, elementos de Seguridad Pública que acompañan a los abogados hacen uso de la fuerza, prepotencia y hostigamiento, para dar cumplimiento al hecho.
La señora Martha ‘N’, afirmó: “Con violencia y prepotencia los policías ya han sacado a varias familias; llegan con camiones, cierran las calles y colocan cintas amarillas, para que los vecinos no pasen y no se den cuenta de lo que está sucediendo”.
“Todo ese procedimiento lo realizan sin mostrarle a las personas la orden donde esté por escrito que realmente es legal, y mientras eso pasa, los policías abusan de su poder; hay mujeres policías que hasta son groseras con los vecinos que están siendo desalojados”, aseveró.
Además, explicó que hace unas dos semanas, otra vecina fue despojada de su vivienda con todo y un amparo, y sin importar eso, los abogados de la administradora del crédito hipotecario no respetaron y la echaron a la calle.
‘LOBOS’ SE APROVECHAN DE LA GENTE
Otro tipo de abuso que se registra contra personas desesperadas que solo buscan no perder su vivienda, es cuando funcionarios se aprovechan del sufrimiento humano y haciendo mal uso de sus cargos, prometen a los perjudicados ayuda para recuperar el patrimonio.
Tal es el caso de la señora Argelia Jesús Aguayo Ruiz, quien confiando en la buena voluntad de la ahora diputada federal Carmen Patricia Palma Olvera, puso su caso de desalojo de vivienda en las manos de la ahora legisladora.
El 20 de julio de 2016, Argelia entregó a la entonces encargada de “El Barzón”, institución encargada a la recuperación de viviendas, la cantidad de 30 mil pesos para realizar unos trámites que impidieran que la despojaran de su casa; sin embargo, luego de tres años, los oficios de demandas por incumplimiento de pago llegaron de nueva cuenta a su casa, así como una orden de desalojo.
Ante esta situación, la afectada espera dar con la diputada federal, para que le explique qué fue lo que pasó con sus trámites, y por qué la quieren sacar de su vivienda, cuando ella hizo la entrega de los de 30 mil pesos que le solicitaron para regularizar su situación.
OPCIONES ANTE LOS DESALOJOS
En este sentido, expertos en el tema consultados por la revista Radar Peninsular, aseguran que lo primero que deben de realizar las personas que están en esta situación, es acudir a las oficinas de Registro Público de Propiedad de la entidad para saber en qué condiciones está actualmente el inmueble.
Es importante, primero que nada, acudir al Registro Público de Propiedad para saber el historial de la vivienda, las personas deben de ir con los documentos del inmueble, entre ellos hay un número de folio o código electrónico, ese se debe de anexar en la base de datos, y ahí aparecerá la condición actual. Si está en proceso de demanda, embargo o venta”, explicó el abogado Alfonso Giménez.
“En el caso de las personas que pasan por la situación de una demanda que pone en riesgo su patrimonio, tienen la opción de acudir al Poder Judicial para pedir asesorías y realizar trámites de amparos, para evitar ser desalojados”, comentó.
Mientras que las personas que ya fueron despojadas de sus viviendas, pueden recurrir a un “amparo de tercero extraño a juicio”, que tiene como vigencia 15 días hábiles a partir del primer día de desalojo, juicio que puede llevar de los seis a nueve meses de para resolverse.
¿QUÉ SON LAS UDIS?
*Las Unidades de Inversión (UDIS), son unidades de valor que se basan en el incremento de los precios (la inflación) y son usadas para solventar las obligaciones de créditos hipotecarios o cualquier acto mercantil.
*Las UDIS surgieron con el objeto de brindar la posibilidad de adquirir créditos hipotecarios a personas físicas que no eran candidatas a crédito en las entidades financieras del país.
*El valor de las UDIS cambia constantemente, pero nunca a la baja.