La señora Irma Zacarías y su familia vive con un nudo en la garganta por la impotencia que representó no poder salvar sus pertenencias que con tanto esfuerzo consiguió, mismas que acabaron reducidas a cenizas cuando la palapa que rentaban en un predio fue consumida por las llamas que se generaron a causa de un cortocircuito, el pasado 9 de septiembre.
Desesperada situación está viviendo Irma Zacarías, quien junto con su familia duerme en un cuartito prestado desde el pasado 9 de septiembre, cuando el destino les jugó una mala pasada.
El día de los hechos todo transcurría con normalidad para Irma, desde muy temprano se levantó para realizar sus labores del hogar; atendió a sus animales de patio, gallinas y guajolotes, cocinó un rico guisado, pero alrededor de la una de la tarde llevó a su hijo de 9 años a la escuela, sin pensar que esa sería la última vez que vería de pie y completa la vivienda que rentaba, hecha de madera y con techo de láminas de zinc.
Irma apenas regresaba a su casa cuando se percató a escasas cuadras que la palapa en la que vivía ya era consumida por las llamas; los bomberos lograron sofocar el incendio, pero todas sus pertenencias como mesa, cama, sillas, despensa, ropa y ropero, desaparecieron.
En el terreno, ubicado en la Supermanzana 235, en la calle 97 con 118, sólo quedaron restos de la palapa, láminas retorcidas, maderas quemadas, el piso cubierto de lo que fueron sus muebles y la ropa de su esposo y la de su hijo de 9 años.
VIVIENDO CON LA TRISTEZA
“Gracias a la ayuda de unas vecinas y al dueño del terreno es que hemos podido pasar estas dos semanas. Nos quedamos sin nada, las pocas cosas que teníamos se quemaron todas. El dueño del terreno me rentaba la palapa, él tiene un cuarto que tiene como bodega, pero como no vive aquí, solo lo ocupa cuando viene a checar el terreno y ahora con esto que nos pasó, fue que me lo prestó unos días”, relató el ama de casa.
Irma Zacarías indicó a Denuncia Ciudadana Turquesa, que el día del incendio -el pasado 9 de septiembre- no podía creer lo que pasaba, pues cuando llegó luego de dejar a su hijo en la escuela, ya nada pudo hacer.
“Nada… nada… pude salvar, los bomberos me explicaron que por un cortocircuito fue que la casa agarró fuego. El dueño me prestó una bodega de material para que pueda estar unos días con mi familia, y además me dio unos platos y vasos. Nosotros vivimos al día, y lo poco que conseguimos con mucho esfuerzo lo perdimos de un momento para otro”.
Incluso, relató que el día de la tragedia, algunos animales de patio murieron quemados, así como un perrito que en lugar de salir corriendo para la calle, se quedó en un rincón de la casa y murió a la espera de ayuda.
“Los vecinos de atrás, gracias a Dios no sufrieron daños; cuando vieron las llamas le echaron agua a sus palapas y no pasó a mayores, pero los que viven a un lado, desafortunadamente por tanto calor, la pared se calentó y en algunas partes el repello se reventó, pero no afectó más que eso. Ahora le están pidiendo a doña Irma que les pague los daños o que repare donde se desprendió parte del recubrimiento”, dio conocer una vecina de la zona.
La señora Adriana ‘N’, quien reside a muy pocas casas del lugar de los hechos, comentó: Es muy triste lo que le pasó a la vecina, quedarse sin trastes, muebles y ropa de un momento a otro. Yo estoy tratando de juntar unas cosas en buen estado entre mis familiares y conocidos, cosas donadas que le puedan servir a la señora Irma”.
La familia afectada agradece la ayuda de las vecinas bien intencionadas que la están apoyando para pasar este trago amargo, y espera que con la ayuda de la ciudadanía pueda conseguir en donación artículos para el hogar.
Esta noticia fue modificada el 23 septiembre, 2019 6:16 pm