La empresa guanajuatense Ronovare dio a conocer en la ciudad de Cancún su línea de calzado “orgánico y ecológico”, cuya suela está fabricada con sargazo y la parte superior o “corte”, con botellas de plástico recicladas para obtener poliéster.
Jorge Castro Ramos, fundador de la empresa, explicó que luego de cuatro o cinco años “de prueba y error”, lograron reutilizar la botella de plástico y obtuvieron un producto patentado como mexicano.
Hace seis u ocho meses obtuvieron finalmente un calzado hecho con 100 gramos de sargazo en la parte de la suela y en la parte superior, cinco botellas de plástico recicladas. El calzado es resistente al agua.
En el proceso de obtuvimos la certificación de centros de investigación, como el Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (Ciatec), institución prestigiada que hace dos o tres años fue considerada como el segundo centro de investigación más importante del mundo, después de uno alemán.
El calzado aún no se tiene a la venta, sólo se hace promoción para que esta iniciativa se vuelva masiva. Una vez que se tenga la demanda, para la producción mensual de 20 mil pares se generarían de 100 a 150 empleos.
También indicó que, dependiendo del uso, el calzado, que es repelente al agua, puede tener duración de uno a dos años y, cuando ya no se use, se puede devolver para su reciclamiento.
Con el sargazo aún están pendientes de resolver los temas de recolección, transporte y proceso. El que se recoja lo transportaríamos seco, triturado y encostalado.
Con el plástico reciclado podemos fabricar bolsos, mochilas, playeras, leggins y, en general, ropa deportiva. En el caso del sargazo, decidimos usarlo en las suelas de zapatos porque en su composición encontramos metales.