Quienes lo han visto aseguran que se trata de un hombre de 1.80 de estatura, a pesar de ser el único cabecilla de la vieja guardia del narco vivo que no ha pisado la cárcel Ismael “El Mayo” Zambada comparte algo con sus antecesores: el gusto por las mujeres.
Así lo confesó en 2010 al periodista mexicano Julio Scherer durante una entrevista que publicó el semanario Proceso.
El actual jefe del cártel de Sinaloa confesó entonces tener esposa y cinco mujeres con las que convivía al mismo tiempo.
“Tengo a mi esposa, cinco mujeres, quince nietos y un bisnieto. Ellas, las seis, están aquí, en los ranchos, hijas del monte, como yo. El monte es mi casa, mi familia, mi protección, mi tierra, el agua que bebo. La tierra siempre es buena, el cielo no”, dijo al periodista a quien reveló que entonces tenía 10 hijos reconocidos.
La primera esposa del narcotraficante fue Rosario Niebla Cardoza, quien actualmente tendría 73 años. Se conocieron cuando aún eran adolescentes, en la sindicatura de Costa Rica, en Sinaloa, cuando el tráfico de drogas todavía no formaba parte de sus vidas.
Según el relato del difunto abogado de la familia Zambada, Fernando Gaxiola, a la periodista Anabel Hernández en su libro “El Traidor”, “El Mayo” se robó a “Chayito”, como le dicen a la mujer, cuando él tenía 17 años y ella 19.
Aprovecharon el escape para casarse primero por la iglesia y después por el civil. Tuvieron cinco hijos, cuatro mujeres y un varón: María Teresa, Midiam, Mónica, Modesta y Vicente, quien está preso en Estados Unidos.
Una vez que “El Mayo” ingresó a las filas del crimen organizado, “Chayito” se convirtió en empresaria, a la que el gobierno de Estados Unidos tiene fichada como parte de la organización que lava dinero para el narcotraficante en la zona de Culiacán.
Entre las empresas vinculadas con Rosario Niebla están Lechería Santa Mónica, Establo Puerto Rico, Jamaro Construcciones, Multiservicio Jeviz, Gasolinera Rosario y una guardería llamada Estancia Infantil Niño Feliz, de la que es propietaria junto con su hija María Teresa.
Otra mujer con la que Zambada García tuvo hijos es Margarita Imperial, con quien por lo menos tuvo otros tres hijos; el más famoso es Ismael Zambada Imperial, “El Mayito Gordo”, conocido por exhibir sus lujos en redes sociales y que recientemente fue extraditado a Estados Unidos.
“El Mayo” seguía casado con Rosario, aún así, a finales de los ochenta se involucró con una tercera mujer, Leticia Ortiz Hernández, que posteriormente se convirtió en su segunda esposa.
Con Ortiz Hernández tuvo a Serafín Zambada, hijo que salió libre hace un par de años luego de considerar una jueza de San Diego que cumplió su condena; la pareja también procreó a una niña de nombre Teresa.
Psicóloga de profesión, Leticia Ortiz siempre trató de mantener a sus hijos lejos del negocio del narcotráfico, ya que cuando Serafín tenía 9 años, unas horas después de que él y su madre salieron de un hotel en Mazatlán para tratar un brote de varicela, un escuadrón de asesinos irrumpió en el interior de su habitación, matando a sus abuelos, tíos y tías.
La mujer se refugió en Estados Unidos juntos con sus hijos.
Durante su juicio, Serafín narró que durante su infancia siempre fue perseguido por la violencia y tanto él como su madre tuvieron que vivir en diferentes ciudades para evitar la muerte; además de que fueron víctimas de varios atentados por parte de grupos de narcotraficantes enemigos de su padre.
De Norma Sicairos se conoce poco, sólo que tuvo a Ismael Zambada Sicairos “El Mayito Flaco”, quien es considerado el heredero natural del cártel y por lo menos a otro hijo, pero del que se ignora la identidad.
Una relación no confirmada habría sido con Sandra Ávila Beltrán, la llamada “Reina del Pacífico”, una narcotraficante ya retirada que durante su juventud fue un nexo importante entre cárteles mexicanos y organizaciones colombianas.
Con información de revista Proceso
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