De un vistazo

El mercado negro… de «la vida»

El pasado 11 de febrero, todo México se estremeció al conocer el caso de la pequeña Fátima, una niña de apenas siete añitos que fue sustraída de su colegio por una mujer. Cuatro días después encontraron su cuerpo dentro de una bolsa con claras señales de tortura y abuso sexual.

En primeras instancias se habló de un posible caso de tráfico de órganos, pero Ernestina Godoy, titular de la Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México, declaró que la necropsia que se realizó en el cuerpo de la menor, no arrojó estos indicios.

El hecho volvió a alertar a la población ante la posibilidad de que el incremento de secuestros de menores se deba a este delito, pues hay que recordar que el tráfico de órganos es un acto criminal a partir de personas de escasos recursos que los vende para mejorar su economía, o peor aún, de quienes son secuestradas para tal fin.

El comercio ilegal de órganos no tiene fronteras ni límites. Organizaciones criminales llegan a utilizar, incluso, las redes sociales para ofrecerlos, pues es una realidad que en el mundo existen millones de personas que requieren un trasplante de órgano o tejido para sobrevivir.

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En México, los trasplantes están regulados por la Ley General de Salud y el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Trasplantes, pero ante lo tardado del trámite para formar parte de la lista de espera de una donación, la gente recurre a esta mala práctica.

URGE LEY DE DONACIÓN DE ÓRGANOS

Juristas consideran que para erradicar o al menos disminuir el tráfico de órganos, es necesaria la promulgación de una ley que beneficie y apresure la donación y que tenga como parámetro a los enfermos terminales desahuciados.

Asimismo, la liberación de plazas en los diferentes hospitales del sector salud, primeramente para la especialidad de Nefrología, que es la que a nivel nacional refleja el menor número de especialistas para atender a toda la República Mexicana.

LAS MUERTAS DE JUAREZ, ¿TRÁFICO DE ÓRGANOS?

Durante décadas, en la que se han visto a cientos de mujeres aparecer muertas en el desierto, los residentes de Ciudad Juárez pensaron haber escuchado todas las extrañas teorías sobre los motivos de los asesinos.

En 2015, cuando fiscales federales se hicieron cargo del caso, anunciaron una de las teorías de conspiración más extraña hasta el momento: al menos 14 de las 93 mujeres jóvenes muertas desde 1993, podrían haber sido asesinadas por sus órganos.

Todo comenzó cuando un sospechoso dijo a las autoridades federales que no mató a nadie, pero le pagaron para sacar los cuerpos disecados de las mujeres del baño de una casa, envueltas en sábanas empapadas de sangre y enterrarlas en lotes baldíos.

El mercado negro… de «la vida»

Según los informes, le dijo a la policía que estaba horrorizado por lo que encontró cuando retiró las sábanas antes del entierro. «Las chicas estaban todas cortadas. Fueron abiertas. No les quedaba ningún órgano interno”.

Lo cierto es que, como la mayoría de las víctimas eran simples esqueletos cuando fueron encontradas, por lo que ha sido difícil determinar si fueron violadas o no y si sus órganos estaban intactos.

Y SIN EMBARGO…

Todd Leventhal, de la Agencia de Información de Estados Unidos, en Washington, en su reporte “El rumor del tráfico de órganos infantiles: una moderna ‘leyenda urbana’”, señala que “Desde enero de 1987, surgieron los rumores de que los niños estaban siendo secuestrados para ser utilizados como ‘repuestos’.

Este tipo de noticias invadieron todos los medios de comunicación; sin embargo, ningún gobierno internacional, organización no gubernamental o periodista de investigación, ha presentado evidencia creíble sobre ello, por lo que muchos piensan que se trata de una “leyenda urbana” moderna, una historia falsa que comúnmente se cree, porque encapsula, en forma de cuento, ansiedades generalizadas sobre la vida moderna”.

Los expertos en trasplante de órganos coinciden en que sería imposible ocultar con éxito cualquier lugar clandestino donde se haga esta práctica, debido a la gran cantidad de personas que deben participar en ello, así como la tecnología médica sofisticada necesaria para realizar tales operaciones y la cantidad extremadamente corta de tiempo que los órganos permanecen viables para el intervención, entre otros.

La Ley ante el delito de tráfico de órganos

Artículo 461.- Al que traslade o realice actos tendientes a trasladar fuera del territorio nacional, órganos, tejidos y sus componentes de seres humanos vivos o de cadáveres, sin permiso de la Secretaría de Salud, se le impondrá prisión de cuatro a quince años y multa por el equivalente de trescientos a setecientos días de salario mínimo general vigente en la zona económica de que se trate.

Artículo 462. Se impondrán de seis a diecisiete años de prisión y multa por el equivalente de ocho mil a diecisiete mil días de salario mínimo general vigente en la zona económica de que se trate:

Al que ilícitamente obtenga, conserve, utilice, prepare o suministre órganos, tejidos y sus componentes, cadáveres o fetos de seres humanos.

Al que comercie o realice actos de simulación jurídica que tengan por objeto la intermediación onerosa de órganos, tejidos, incluyendo la sangre, cadáveres, fetos o restos de seres humanos.

A los que promuevan, favorezcan, faciliten o publiciten la obtención o la procuración ilegal de órganos, tejidos y células o el trasplante de los mismos.

Al receptor del órgano que consienta la realización del trasplante conociendo su origen ilícito;

Al que trasplante un órgano o tejido cuando el receptor y/o donador sean extranjeros, sin seguir el procedimiento establecido para tal efecto.

Esta noticia fue modificada el 21 marzo, 2020 3:54 pm

María Sandoval

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