Un tema de violencia familiar llegó al plano educativo en la ciudad de Cancún, en donde las autoridades escolares tomaron partido a sabiendas de que había una orden de restricción por parte de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Mujer y por Razón de Género, para que el padre no se acercara a los niños y a su expareja.
Terrible es el calvario por el que pasa actualmente la señora Marisol ‘N’, y sus cuatro hijos menores de edad.
La afectada, relata a Denuncia Ciudadana Turquesa que su hijo de 8 años, sufrió de bullying y maltratos al interior de la Escuela Primaria “Gualberto Salazar Centeno”, ubicada en el fraccionamiento Prado Norte.
La madre de familia asegura que todo lo que está pasando actualmente, se originó poco después del inicio del ciclo escolar 2018-2019, donde incluso ella y sus menores, han sufrido insultos por parte de otros padres.
Marisol “N” tiene poco más de tres años divorciada del padre de sus hijos, Raúl Nolasco Fernández, y hasta donde tenía conocimiento, éste rehizo su vida con otra persona; sin embargo, a finales de 2018, Raúl tuvo un problema de violencia familiar con su actual pareja, motivo por el cual se escondió en su casa.
“El papá de mis hijos se escondió en mi casa, porque la señora agraviada lo amenazó con denunciarlo. Al día siguiente, cuando se le pasó la borrachera, le pedí que se fuera, pero me dijo: ‘No, yo no me voy a ir. Estás loca, porque esta es mi casa, yo la pago; ustedes son mis hijos y tú eres mi mujer, aunque no haya un papel, tú sigues siendo mi mujer”, narró Marisol.
Dos meses convivió Marisol en contra de su voluntad con el padre de sus hijos, en los que vivió una pesadilla, prácticamente permanecía encerrada, no podía salir ni a la esquina, cuando iba a buscar a sus hijos a la primaria, siempre era acompañada por su expareja, además de no tener el control de las llaves de su domicilio.
ACUDE A LA FISCALÍA
El 17 de diciembre de 2018, Marisol logró salir de su casa y se dirigió a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Mujer y por Razón de Género, en donde levantó una denuncia y se abrió la carpeta de investigación, con número de caso PGJE/QR/BJ/05/934/2016.
Una vez con el documento emitido, Marisol regresó a casa y su expareja Raúl, al saber sobre la Notificación de Medidas de Protección que lo restringían para acercarse a sus hijos y a ella, no tuvo de otra que salir de la vivienda.
La denunciante acudió con el oficio de la Fiscalía a la escuela de sus hijos, ubicada en la Supermanzana 256, Manzana 3, en el fraccionamiento Prado Norte de la ciudad de Cancún, con número de matrícula 23DPR0757B de la Zona Escolar 064.
En el lugar, se entrevistó con la directora Lisbeth Elizabeth Domínguez Castro, a quien le explicó la situación familiar por la que pasaba e hizo entrega de una copia de las medidas de protección, en donde se establece que el padre de los menores, Raúl Nolasco Fernández, no podía acercarse ni hablar con los niños y mucho menos sacarlos de la escuela.
“Cuando le entregué a la directora copias del documento de la Notificación de Medidas de Protección, como mujer me sentí segura, con la confianza y el apoyo”, aseguró la agraviada.
“Estoy muy molesta por la actitud de la directora Lisbeth, porque se suponía que debió de ser imparcial, mantenerse al margen, pero fue todo lo contrario, ya que incluso dijo: ‘Esta es mi escuela’”.
Marisol “N”
Madre agraviada
DIRECTORA IGNORA MEDIDIAS CAUTELARES
El 8 de febrero de 2019, se inició la primera audiencia, en la que un juez emitió las Medidas Cautelares; sin embargo, la directora del plantel, con pleno conocimiento de la situación por la que pasaba la familia, consintió que el padre de los menores de edad accediera a la escuela en reiteradas ocasiones.
Tras varias incidencias, Marisol logró ubicar el día y la hora en el que estaba el padre de los niños dentro de la escuela, por lo que con documento en mano, pidió asistencia a Seguridad Pública, para que detuvieran a su expareja.
“Yo sabía que Raúl iba a la escuela y platicaba con mis hijos, les daba dinero y decía que hablaran bien de él, porque algunas mamitas me decían, hasta que lo agarré en flagrancia y pedí la asistencia de Seguridad Pública”, relata a Denuncia Ciudadana Turquesa.
En el momento que acudieron los agentes de la Dirección de Seguridad Pública a la escuela primaria para realizar la detención, salió la directora del plantel, quien en lugar de mantenerse al margen de la situación, evitó que Raúl Nolasco Fernández fuera detenido e incluso, cerró las rejas del plantel, para evitar la entrada de los efectivos.
“Yo estoy muy molesta por la actitud de la directora Lisbeth, porque se suponía que debía de ser imparcial, mantenerse al margen, pero fue todo lo contrario, ya que incluso dijo: ‘Esta es mi escuela’; para evitar que mis hijos siguieran viendo lo que sucedía, le pedí a los efectivos que ya no lo detuvieran, porque todos los alumnos se asomaban por las ventanas y yo solo pensaba en los comentarios y el escándalos que podían dejar en evidencia a mis pequeños, por las burlas de sus compañeros”, comentó Marisol.
CAMBIO DE ESCUELA, NO ESTÁ EN SUS PLANES
A pocos días de finalizar el ciclo escolar 2018-2019, Marisol ‘N’ asegura que no tiene contemplado realizar el cambio de escuela ni turno de sus hijos, no por cuestiones de poder o de confrontación con los directivos de la institución y mucho menos con las autoridades de la Secretaría de Educación, sino por una razón más poderosa, por el simple hecho de que es la escuela más cercana a su domicilio, ya que de realizarse un cambio, le representaría un gasto en transporte que repercutiría en su economía.
“El padre de mis hijos cuando quiere le envía dinero a los niños, no tiene fecha, así puede ser 500 o mil pesos, cada vez que se acuerda; ahora estoy a la espera de una notificación de la Fiscalía, porque quiere quitarme la custodia de mis hijos, pero estoy tranquila, porque tengo los documentos en regla”, comentó Marisol, al tiempo de señalar que había recibido notificaciones, ya que unas personas ajenas al caso la habían denunciado en el DIF Benito Juárez por maltratar a sus hijos; sin embargo, al demostrar que eran calumnias, la dependencia cerró el caso.
Finalmente, la afectada afirmó que para proteger su integridad de sus hijos, acudió a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdhqroo), donde solo le hicieron la recomendación de reubicar a sus pequeños, sí así lo deseaba, pero que tenía todo el derecho a dejarlos allí si eso era lo mejor para ella.
Esta noticia fue modificada el 22 junio, 2019 7:44 pm