Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes y líderesa demócrata en Estados Unidos va a la caza de Trump y el FBI sobre los “terroristas”.
En medio de crecientes llamados a su destitución, encabezadas por la líder legislativa Nancy Pelosi, Donald Trump condenó ayer el caos desatado la víspera en el Capitolio y prometió una transferencia de poder “tranquila” a Joe Biden, quien lo acusó de desencadenar “un asalto total” contra las instituciones.
Trump, que el miércoles animó a sus seguidores a marchar hacia el Congreso para revertir su derrota electoral, difundió un video en Twitter en el que se dijo “escandalizado por la violencia” desatada, que dejó cinco personas muertas, y llamó a la “reconciliación”.
En ningún momento mencionó responsabilidad alguna por los hechos.
“El Congreso ha certificado el resultado. Una nueva Administración llegará al poder el 20 de enero”, afirmó el mandatario saliente.
“Este momento llama a la sanación y a la reconciliación”, dijo Trump, un día después de incitar a miles de sus seguidores a que marcharan al Capitolio para intentar interferir en el proceso de ratificación del resultado electoral.
“Mi enfoque ahora es asegurar una transición de poder tranquila, ordenada y sin problemas”, aseguró Trump, en un mensaje muy cercano a un discurso de concesión, aunque no reconoció explícitamente el triunfo de Biden.
En su mensaje, Trump admitió que su mandato está terminando, pero insistió en que estaba “totalmente en desacuerdo con el resultado de estas elecciones”.
“Sé que están decepcionados, pero quiero que ustedes sepan que nuestro recorrido, tan maravilloso, solo acaba de comenzar” remató el aún mandatario.
Biden, cuya victoria fue finalmente certificada en la madrugada de ayer por el Congreso a pesar de los disturbios, describió la toma del Capitolio como “uno de los días más oscuros en la historia” del país.
En el Congreso, los principales líderes demócratas —la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer—, exhortaron al vicepresidente Mike Pence y al gabinete de Trump a invocar la enmienda 25 de la Constitución, que permite destituir a un mandatario que se considere no apto para el cargo.
“Esta es una urgencia de suma importancia”, afirmó Pelosi, acusando directamente a Trump de un “intento de golpe” de Estado.
“Lo que pasó ayer en el Capitolio de Estados Unidos fue una insurrección contra Estados Unidos, incitada por el presidente”, señaló Schumer.
“Este presidente no debería ocupar el cargo ni un día más”, agregó Schumer, quien se encamina a convertirse en el jefe de la mayoría en la Cámara alta tras el triunfo de dos demócratas en la segunda vuelta de las elecciones senatoriales de Georgia el martes.
El primer republicano en pronunciarse públicamente a favor de la destitución, el congresista Adam Kinzinger, llamó a dar este paso “por el bien” de la democracia estadunidense.
Pero a decir del diario The New York Times, citando personas cercanas al vicepresidente, Pence se opone a apelar a la enmienda 25 porque teme un aumento de las tensiones.
Pelosi y Schumer advirtieron a Pence que si no lo hace, Trump puede enfrentar un nuevo proceso de destitución en el Congreso.
Tras el asalto al Congreso de Estados Unidos por parte de simpatizantes del presidente Donald Trump, a los que Joe Biden calificó ayer de “alborotadores y terroristas domésticos”, el FBI y la Policía Metropolitana de Washington emitieron alertas con las fotos de los invasores y pidieron ayuda para identificarlos.
La policía de la capital estadunidense anunció que dará “hasta mil dólares a quienes proporcionen información que ayude a identificar” a esas personas.
Luego de que el FBI pidiera ayuda para identificar a quienes irrumpieron en el Capitolio, este jueves fueron creadas dos cuentas en Instagram para ubicarlos.
Se trata de @homegrownterrorists y @nametheterrorist, las cuales en conjunto sumaban anoche casi 250 mil seguidores con 71 imágenes subidas.
A estas publicaciones hay que agregar, en ambas cuentas, decenas de historias en las que muestran fotos, videos y mensajes para identificar a presuntos participantes en los hechos violentos del miércoles en Washington DC.
Decenas de seguidores del presidente Donald Trump empiezan a ser identificados en estas dos cuentas por los internautas, luego de ver las imágenes que los muestran en el interior o en las inmediaciones del recinto que alberga a las dos cámaras del Congreso de EU.
La cuenta con más seguidores es @homegrownterrorists, que anoche ya contaba con 200 mil seguidores y 56 publicaciones.
En su presentación, se puede leer: “Exponiendo terroristas y trolls de MAGA (Make American Great Again —frase electoral de Trump—) que irrumpieron en el Capitolio y asaltaron la democracia. Identifíquenlos. Arréstenlos”.
La cuenta @nametheterrorist alcanzaba la noche de ayer 49.4 mil seguidores y 15 publicaciones.
Uno de los identificados en estas cuentas, y cuya imagen se volvió viral, es Richard Bigo Barnett, cuya residencia fue ubicada en Gravette, Arkansas.
Esta persona fue fotografiada en la oficina de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, sentado en una silla y con la pierna izquierda arriba del escritorio de la líder demócrata.
Otra de las imágenes es la Jason Tankersley, que aparece con larga barba y tatuado en las manos, acusado en @homegrownterrorists de “neonazi” y piden su arresto arrobando a la policía de Washington.
Otra foto que llamó la atención fue la de un hombre sonriendo mientras se llevaba el atril de la presidencia de la Cámara de baja. Esta persona fue identificada como Adam Johnson, de 36 años, de Bradenton, Florida.
Tras ser identificados, algunos de los señalados comenzaron a borrar sus cuentas en redes sociales o cambiar de nombre.
Sin embargo, decenas de usuarios los ligaron a grupos como QAnon y Proud Boys, así como con algunos supremacistas blancos.
Por la noche, las cuentas se volvieron privadas aunque seguía en aumento sus seguidores.
También te puede interesar: Dura poco promesa de Trump de “transición pacífica”; anuncia que no irá
Fuente: Demócratas de EU y FBI a la caza de Trump y terroristas internos