Marcan el mes de septiembre 2019 escenarios no vistos en la historia política de Quintana Roo, influenciados por el ansia “motivacional” de poder y la inequívoca actitud protagonista y provocadora entre los poderes que acompañan al Ejecutivo.
Lo bueno: que la alianza integrada por el Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM) tiene mayoría en la Décimo Sexta Legislatura. Lo malo: que no se privilegia ni la cordura, ni la mesura ni el consenso entre los representantes populares por los beneficios ciudadanos, inmerso en carencias de todo tipo, sino de los grupos internos y también los externos que dominan a estas fuerzas políticas.
El martes 3 de septiembre, durante la instalación de la XVI Legislatura del Congreso del Estado de Quintana Roo se marcó el inicio de una disputa demencial por el poder en el Legislativo, con el zafarrancho protagónico a cargo de la senadora (Morena) Marybel Villegas Canché, quien acompañada de poco más de 40 personas –a empujones—ingresaron al recinto exigiendo se les permitiera el libre acceso, a pesar de que el protocolo indica que la entrada es restringida, ya que solo hay cupo para 408 personas.
Marybel Villegas dijo que acudió con “ciudadanos para entrar a la Casa del Pueblo y acompañar a nuestros compañeros diputados a su toma de protesta. ¡Nunca más se cerrarán las puertas del Congreso a los quintanarroenses! Abran la puerta”, vociferaba a diestra y siniestra, incluso con una cámara de un supuesto video aficionado siguiéndola en todo. Un “video aficionado” que nadie conoce.
La actitud protagónica de la senadora Villegas Canché, —provocadora–, opinan redactores del protocolo que debe imperar en el órgano legislativo, tuvo réplica mimetizable entre un grupo de diputados locales el pasado 18 de septiembre, cuando los parlamentarios del PRI, PT y Movimiento Ciudadano intercambiaron algunos golpes en plena tribuna en el Congreso local.
Esta vergonzosa escena y muestra de exhibicionismo fue clara cuando el diputado del Partido Verde y presidente de la Mesa Directiva, Gustavo Miranda, presentó su orden del día generando la inconformidad de grupos parlamentarios, porque era lo contrario a lo acordado a través de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo).
José Luis Toledo Medina, diputado del Movimiento Ciudadano (exdiputado local y federal en tiempos de su venia para una candidatura cedida por el exgobernador Roberto Borge), subió a tribuna para hacer patente su exigencia, pero también subió Hernán Villatoro Barrios, del PT (ya tres veces diputado local, mentor político de Toledo Medina y socio de una propiedad en exclusivísimo residencial en Cancún) y del PRI, Carlos Hernández Blanco, (exdiputado, exedil de Cozumel, exdelegado del ISSSTE), los tres luego de hacerse de palabras comenzaron los empujones, e incluso, se lanzaron de patadas.
Luego de minutos de tensión, se calmaron los ánimos aprovechando el diputado presidente declarar un receso y fue hasta la madrugada, 1:49 horas, cuando se reanudó y concluyó después de las tres de la mañana.
Y es que la XVI Legislatura del Congreso de Quintana Roo está conformada lo mismo por políticos reciclados, saltimbanquis de intereses económicos (personales y de grupos) que por verdaderos fiascos en el ejercicio de la función pública y mucho más, desconocedores de la altísima responsabilidad de ejercer en el legislativo, a como lo han admitido ya algunos de estos propios diputados que tras la jornada electoral de junio pasado resultaron favorecidos por el arrastre del presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
Los diputados “de estrenón” han violentado el Artículo 6 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Quintana Roo, que a la letra cita: “El recinto oficial y las oficinas que ocupe el Poder Legislativo son inviolables. El presidente de la Mesa Directiva o de la Comisión Permanente podrán salvaguardar el auxilio de la fuerza pública para salvaguardar la inviolabilidad de los inmuebles que ocupe el Legislativo”.
También han mancillado y solapado la violación al Artículo 7: “Ninguna autoridad podrá ejecutar mandamiento judiciales o administrativos o de irrupción abierta al recinto o sobre los bienes del Poder Legislativo, ni sobre las personas o bienes de los diputados en el interior del recinto oficial”.
La rueda de la fortuna que llevó a varios de estos legisladores a ocupar (con toda desfachatez) hoy una curul los ha llevado a ignorar el Artículo 11: “Cuando uno o varios de los asistentes crearen desorden o impidan el buen desarrollo de la sesión, se suspenderá ésta y se mandará a desalojar a los responsables, reanudándose cuando se restablezca el orden PERMANECIENDO CERRADO EL RECINTO”.
Al permitir la irrupción, el portazo al Legislativo protagonizado por la senadora Marybel Villegas soslayaron el Artículo 11: “Toda persona que perturbe de cualquier modo el orden dentro del recinto legislativo, se le ordenará salir de él inmediatamente. Si la falta fuese grave, se le mandará detener mediante la fuerza pública que auxilie al presidente de la legislatura y si el hecho entrañare delito, se le pondrá en ese momento a disposición de la autoridad competente”.
Es claro que en los desastrosos y vergonzosos eventos del 3 y 18 de septiembre, hay legisladores que desconocen la ley, y otros que la conocen puesto que son diputados reciclados (Hernán Villatoro, Edgar Gasca, Eduardo Martínez, Carlos Hernández) han hecho omisión a su alta responsabilidad por una sola razón: la demencial disputa del poder.
El 10 de septiembre de 2019, el Pleno del Congreso del Estado aprobó con 19 votos a favor y cinco en contra la propuesta presentada por la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) de la XVI Legislatura, para integrar las comisiones ordinarias.
En la sesión ordinaria número 2, presidida por el diputado verdeecologista Erick Gustavo Miranda García, se dio lectura a la propuesta de integración de las comisiones ordinarias remitida por la Junta, avalada con cinco votos de los grupos legislativo del PAN, PRI, PRD, PVEM y PT y uno en contra del grupo legislativo de Morena.
Previo a la votación de la propuesta, la diputada Reyna Durán Ovando, integrante del grupo legislativo de Morena, expresó su inconformidad con la integración de las comisiones. El diputado Luis Fernando Chávez Zepeda, del mismo grupo parlamentario, pidió reconsiderar la integración de estas. Al término de la sesión ordinaria, el diputado Edgar Gasca Arceo, en su calidad de coordinador del grupo legislativo de Morena, afirmó no estar de acuerdo en la conformación de comisiones, pero dijo que la ciudadanía lo va a recordar y emitirá sus juicios.
De acuerdo con la Ley Orgánica del Poder Legislativo, las comisiones ordinarias se deben integrar a más tardar en la última sesión ordinaria del mes de septiembre del primer año de ejercicio constitucional.
Esta noticia fue modificada el 27 septiembre, 2019 7:08 pm