Cerca de medio millón de personas fueron confinadas por las autoridades chinas cerca de Pekín, la capital golpeada desde mediados de junio por un rebrote de Covid-19.
Las autoridades locales anunciaron el domingo el confinamiento del cantón de Anxin, situado a 60 kilómetros al sur de Pekín en la provincia de Hebei (norte).
Las autoridades describen como “grave y complejo”.
La aparición de unos 300 nuevos casos en la ciudad en el lapso de poco más de dos semanas, alimenta el temor de una segunda ola de contagios.
La alcaldía ha emprendido una gran campaña de diagnóstico, ha cerrado escuelas y ha pedido a los pequineses que no salgan de la capital y confinado a varios miles de personas en zonas residenciales consideradas de riesgo.
Unos once casos relacionados con el brote epidémico pequinés han sido reportados, según el diario semioficial “Global Times”.
A partir de ahora, solo una persona por vivienda podrá salir una vez al día para comprar comida y medicamentos.
“La situación epidémica en la capital es grave y compleja”, subrayó Xu Hejian, un portavoz de la ciudad.
En total, se han tomado 8.3 millones de muestras y 7.7 millones han sido analizadas, anunció el domingo la municipalidad.
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