En una conferencia de prensa, en el marco de la firma de un convenio entre la institución y el Centro de Investigación en Ciencias de la Información Geoespacial para el desarrollo de la obra, Jiménez Pons destacó dos escenarios en cuanto a los estudios de impacto ambiental.

Uno, dijo, es el de la zona en donde ya están construidas las vías, un área ya impactada y en donde habrá seguramente cambios de uso de suelo.

El funcionario dejó en claro que ya con los resultados de ingeniería básica y los estudios ambientales se tendrán los suficientes elementos para llevarle a la comunidad la información que necesita.

Aclaró que “el chiste ya no es decir si o no. Sabemos que hay una aceptación”, sino que se llevará a cabo la consulta para saber la forma en que se incorporen al desarrollo.

Hizo también un llamado a los habitantes del lugar a no vender sus terrenos porque «la única forma en que se verán beneficiados del proyecto es la plusvalía que tendrá el lugar”.

Sostuvo que ha aparecido mucha gente queriendo comprar, pero en el momento en que los campesinos vendan pueden ser expulsados.

“Las autoridades encargadas del proyecto recomiendan que no vendan porque es la única forma en que se logrará que el beneficio llegue a sus últimas consecuencias”.