Su condición de migrantes en tránsito y estar lejos de sus países, no impidió a por lo menos un centenar de niños celebrar el “Día del Niño” en la frontera de México con los Estados Unidos, justo al pie del Rio Bravo en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas.
Los pequeños utilizaron esta frontera natural que divide al país latinoamericano con Estados Unidos, lugar hasta donde según la asociación “Ayudándoles a Triunfar“, llegan acumulando estrés y ansiedad, según activistas.
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Esta asociación ubicada en la ciudad de Matamoros, a través de donaciones, logró concretar el festejo para los pequeños provenientes de Centroamérica, Haití y desplazados del territorio mexicano que también buscan el suelo estadounidense.
Gladys Cañas, presidenta de la organización, declaró a una agencia internacional que “Nos preocupa la situación de los niños, hay muchos con estrés y con ansiedad. Ellos tienen la necesidad volverse a reincorporar a la vida estudiantil que llevaban antes y les está costando un poco de trabajo”.
La activista agregó que ambas enfermedades se han detectado en menores migrantes, las cuales detonan tras el viaje que emprendieron con sus padres para llegar a la frontera norte de México, donde la mayoría tiene como objetivo cruzar a Estados Unidos.
Tan solo en la ciudad de Matamoros, estado de Tamaulipas, Cañas explicó que viven alrededor de 400 niños migrantes, aunque la cifra varía constantemente debido a la movilidad constante de las familias.
Celebran centenar de niños migrantes su día al pie del Rio Bravo
“Tenemos a varios niños con asistencia psicológica por parte de Médicos Sin Fronteras y por parte de una sicóloga particular cuando vemos que el caso es muy grave”, dijo.
También señaló que a estos pequeños se les han proporcionado clases de inglés y de arte, esto como parte de las acciones para que mantengan su formación mientras esperan internarse en territorio estadounidense.
Por su parte, la directora de la escuela primaria “Vicente Guerrero”, Rosa Margarita Leal García, quien también da apoyo los sábados, expuso que alrededor de 40 alumnos de diversa nacionalidad se han adaptado al contexto fronterizo. “Un niño se lleva bien con otro niño, no hay discriminación”, argumentó la docente.
A este respecto, agregó que los profesores han adecuado el programa de estudios para cubrir las necesidades de aprendizaje que tienen los alumnos que han llegado de otras regiones del continente americano.
El festejo organizado para los niños se desarrolló frente el antiguo campamento migrante que hace algunos años albergó a miles de familias que estaban bajo el Protocolo de Protección a Migrantes.
En cuanto al gobierno, el INM de México informó recientemente que desde el 1 de enero y hasta el 13 de abril de este año interceptó a 115 mil 379 migrantes, de los cuales un 15 por ciento eran menores de edad, principalmente de naciones de Centroamérica.
Con Información de Agencias
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