Entre enero y noviembre del año 2019, los 194 sitios arqueológicos bajo el resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), recibieron a 14 millones 524 mil visitantes, cifra que representa la menor cantidad desde el 2016.
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Además, se trata de la primera vez que baja el flujo de visitantes al toral de zonas desde la crisis internacional de 2009.
Siete de cada 10 personas que llegan a las ruinas y espacios arqueológicos del país son mexicanos, y el resto extranjeros, aunque los visitantes nacionales apenas aumentaron y los foráneos se alejaron de estos sitios.
Teotihuacán, sede de la gran Pirámide del sol, es el complejo prehispánico preferido por los turistas que deciden conocer estos lugares en México, cuya cantidad de visitantes se multiplicó al ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, haciendo del sitio uno de los mayores polos de atracción turística en el territorio nacional.
Datos del INAH indican que Teotihuacán atendió a 3 millones 145 mil visitantes, entre enero y noviembre de 2019, siendo la menor cantidad desde 2015, pese a estar a un ahora de la capital del país y tener acceso por todos los medios.
Chichén Itzá, considerada como una de las siete maravillas del mundo moderno, es la segunda zona arqueológica más visitada del país, pero también captó menos turistas durante el año pasado; a diferencia de Teotihuacán, seis de cada 1 viajeros que recibieron fueron extranjeros.
Tulum, en el estado de Quintana Roo, es el tercer espacio ancestral más frecuentado en México, y también la mayoría de las personas que llegan ahí vienen del exterior del país. El año pasado lo visitaron 1.9 millones de turistas.
Estos tres puntos cautivaron prácticamente a la mitad de todas las personas que decidieron visitar alguno de los casi 200 sitios que resguarda el INAH.
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