Burocracia, el peor enemigo del servicio público

Hace unos días supe la historia de una persona que tras casi cinco años de tener su licencia de conducir vencida, tuvo el propósito y la firme intención de tramitarla y actualizarla. Tras haber pasado los meses de los descuentos, pensó que tal vez en enero habría menos gente realizando esta tarea, así que esperó la primera semana del año para hacerlo.

Su sorpresa fue grande cuando al llegar a la dependencia vio un montón de gente como si las licencias fueran gratis; sin embargo, decidió quedarse, pues ya estaba ahí.

Desde el primer módulo en el que tiene que recoger un formato, empezó su pesadilla, pues le dijeron que ya se habían acabado, siendo que faltaban más de cuatro horas para que cerraran la dependencia.

Como nuestro México no hay dos, fue a buscar quien le pudiera dar un formato a cambio de una propina para “el chesco” y no tardó mucho en encontrarlo; que por cierto, ahí se encontró a un amigo que no veía hace muchos años y le dijo que recién había llegado y que tenía que buscar quién le diera el dichoso formato.

El documento es práctico y fácil de llenar, pues en la parte inferior están los pasos que uno debe seguir para tramitar la licencia, ya sea por primera vez o por renovación. Se ve muy fácil y da la esperanza de que en “solo tres sencillos pasos” uno obtenga su licencia y aparentemente, sale muy feliz…

Burocracia, el peor enemigo del servicio público
El burocratismo en las dependencias gubernamentales, influye en muchas ocasiones para que las personas no actualicen o renueven sus documentos oficiales.

PRIMERAS TRABAS

¡Pero no es así! Esta persona, después que pudo conseguir el formato, fue a la primera ventanilla, donde pasó una larga hora en la fila a fin de entregar su documentación, después tuvo que esperar cerca del lugar, de ahí que a grito pelado dijeran su nombre, para regresarle sus documentos sellados.

Pasada hora y media, lo llamaron y luego… a la siguiente ventanilla y así hasta pasadas las tres horas y media. Pareciera que por fin llegaría el momento a que le tomaran la foto, pero corrían fuertes rumores que ya no las estaban dando hasta el siguiente día.

Y efectivamente, llegó al último paso y le dijeron que ya no iban a sacar más fotos, pues el sistema “estaba muy lento”.

Cabe mencionar que al día siguiente regresaba a trabajar después de sus vacaciones decembrinas y pues ni modo de pedir permiso el primer día para salir temprano, así que lo dejó para el fin de semana –que sale más temprano de trabajar- pues supuso que no habría tanta gente…

La misma cara puso cuando llegó el sábado y se encontró con una cantidad de gente similar a la del primer día pero pensó: “Ya solo me falta el último paso, así que saldré rápido”. Y efectivamente, salió rápido, pero porque llegando a la ventanilla donde se tiene que tomar la foto, le dijeron que “el sistema estaba muy lento y que ya no tomarían más fotos” a pesar de que faltaban dos horas para cerrar la dependencia.

Es obvio decir que en esta ocasión salió muy molesto, pues esta situación le dio la razón del por qué se había tardado tanto en renovar su licencia. Dos días perdidos y una oficial prejuiciosa que le dijo que se levantara más temprano para ir a terminar su trámite. Casi mentándole la madre le dijo que no era la almohada, sino su jefe el que no le había permitido ir más temprano.

Por segunda ocasión se fue sin licencia renovada y con el temor de que le fuera a tocar algún operativo donde tuviera que mostrar su licencia vencida. Estaba tan molesto que me dijo que volvería intentar una tercera vez terminar con el trámite y que si esta vez no lo lograba, el comprobante de pago iba a ser “su licencia”.

PROCEDIMIENTOS DE ANTAÑO

Afortunadamente, es un excelente conductor y con una educación vial intachable –una cualidad muy rara entre los automovilistas- y eso le ha valido que nunca en su vida de conductor le hayan solicitado su licencia; sin embargo, también le inquietaba no tenerla actualizada.

Aún recuerdo cuando hace unos años que fui a renovar mi licencia, no tardé más de dos horas en hacer el trámite, pero está más que claro que ya somos demasiados viviendo aquí y el sistema, el procedimiento y la burocracia, sigue siendo la misma de esos años.

Si tenemos que renovar licencias, pagar predial y demás trámites que involucran al servicio público o son dependencias gubernamentales, aquí entre nos, ¿no deberían actualizarse ellos también?

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