Concha Michel, revolucionaria, adelantada a su tiempo; hoy en un doodle
Concha Michel nació el 24 de mayo de 1899 en Villa Purificación, Jalisco, perteneció a una familia pudiente que la proporcionó una formación muy completa. Desde muy joven estudió en un internado en Ejutla, pero ya se vislumbraba su carácter reivindicativo y anticlerical al ser expulsada por organizar la quema de numerosos santos y ayudar a las novicias a escaparse del convento.
Sus padres eran rancheros y agricultores. Tuvo tres hermanos: María Albina, y José Guadalupe. Su abuelo, un latifundista de origen francés, creó Fábricas de Francia y fundó el Convento de San Lorenzo de Loyola en Ejutla, donde Concha recibió su educación formal.
Huérfana desde los diez años, de sus tres hermanas Albina fue la que más le ayudó para que aceptara una beca de ópera y se fuera a estudiar al Conservatorio de Guadalajara. Una vez superada esta etapa, Concha Michel comenzó a recopilar canciones indígenas que nunca llegó a publicar. Había descubierto la música y el canto (la ópera y el corrido) y eso le permitió a lo largo de su vida cantar ante numeroso público siempre acompañada por su guitarra.
Comunista, feminista, compositora, dramaturga, ensayista, pero sobre todo aventurera. Así era Concha Michel, la mujer homenajeada por el doodle de Google.
Fue tal su éxito musical que con catorce años llegó a ganar bastante dinero. Años más tarde en EU llegó a cantar incluso ante el mismísimo Rockefeller, después viajaría por Europa y por la URSS lo que le facilitó abrir su mirada y conocer a mujeres que vivían en un régimen comunista y cómo era su situación, una cuestión que la hizo plantearse qué hacer con su vida al regresar a su país de origen.
Su rebeldía e inquietud llevaron a la mujer a liderear y organizar una fuga de novicias.
A la edad de quince años quedó embarazada de un estudiante de derecho, pero abandonó a su hija en un hospicio, y la pequeña falleció de neumonía. Más tarde se casaría con un austriaco alemán que era veinte años mayor que ella, con el que tendría otro hijo y posteriormente se divorciaría.
Con tan solo veinte años, Concha Michel tenía muy claro cuál era su lugar en el mundo y lo que ella quería hacer con su futuro, además de ser maestra. Como ejemplo de esa claridad de ideas se incorporó al Partido Comunista en el mismo año que murió Rosa de Luxemburgo. En ese momento se convierte sentimentalmente en la compañera del secretario general del Partido Comunista.
Concha es conocida por su defensa de los derechos de las mujeres, entre ellos el de votar. Su posición llegó a ser tan extrema en cuanto al tema femenino que consiguió que la expulsaran del PC.
Pero no se quedó con los brazos cruzados y siguió luchando por el apoyo a las mujeres trabajadoras para que no fueran diferentes a los hombres. De su época de activismo político cabe resaltar el momento en que acompañó a 250 mujeres que invadieron las propiedades del presidente Plutarco Elías Calles para que les atendieran y poder conseguir un centro de capacitación de mujeres rurales. Aunque no lograron mucho, con su sucesor Lázaro Cárdenas hicieron realidad su sueño, ya que les permitió fundar dicho centro. Concha Michel llevó a cabo otras muchas iniciativas, siempre velando por las mujeres en situación de inferioridad y siempre buscando la igualdad.
A lo largo de toda su vida siempre mantuvo esa lucha y en los años ochenta, junto a otras ocho mujeres, se pusieron al frente de la Dualidad. Pretendían encontrar el equilibrio y la dualidad masculina y femenina.
Pero no sólo dedicó su vida a la política. Le interesaban otras disciplinas como la antropología, ya que investigó a numerosas comunidades indígenas; la cultura en la canción (recorrió su país cantando corridos revolucionarios anticlericales y le encargaron recoger de la Secretaría de Educación Pública ejemplos de música folklórica); la poesía; el teatro (llegó a escribir diez obras)…
Concha Michel falleció el 27 de diciembre de 1990 en Morelia Michoacán. Contaba con noventa y tres años, y se fue de este mundo habiendo conseguido que las mujeres mexicanas votaran. Y aunque todavía queda bastante camino por recorrer para conseguir esa equidad, se han dado pasos que han permitido que esa dualidad que tanto perseguía Concha sea cada vez más posible.