Hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno a coordinarse con la academia, donde se ha estudiado el tema antes de que el fenómeno se diera de manera masiva. La academia, enfatizó, cuentan con propuestas de solución que no se llevan a cabo por falta de presupuesto.

Consideró que el retiro del alga en las costas es una medida solamente paliativa. El sargazo, detalló, es un alga marina que vive en la superficie del mar y es arrastrada por diferentes causas como los cambios en las corrientes y la temperatura del mar, que las llevan hacia las costas de El Caribe en general.

Detalló que la llegada masiva de esta alga afecta la vida de los pastos marinos y genera la erosión de las playas. De hecho, agregó, especialistas de la máxima casa de estudios calculan en 72 las especies afectadas.

Hoy, dijo, los gobiernos en sus diferentes niveles se ocupan más por el retiro del sargazo que por tratar de prevenir su llegada. “Es necesario que haya mayor inversión en estudios, análisis y tecnología para detener su arribo a la costa”, enfatizó.

Afirmó que existen técnicas que son efectivas para atenuar el impacto ecológico, pero son muy costosas, por lo que las autoridades de gobierno pueden evaluar las propuestas que desarrollan especialistas en diversas instituciones de investigación del país.

Lamentó que hasta el momento no existan avances en el comité intersecretarial constituido para atender este problema ecológico.

El gobierno no ha generado las conexiones con las iniciativas que se han presentado desde la academia. Por ejemplo, hubo algunas para obtener del sargazo fertilizantes «y hoy por hoy se desconoce qué ha pasado con ellas».

La información que tenemos, estableció la representante de Greenpeace, ya es suficiente para empezar a tomar esas decisiones que aún no han sido tomadas.